Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de junio de 2025
»Me acerqué a ella, me senté a sus pies como siempre, y mientras acariciaba sus demacradas manos entre las mías, prosiguió: » Aún no estoy bastante fuerte para soportar las fatigas del viaje, pero papá asegura que dentro de quince días podré ponerme en camino sin ningún inconveniente.
Pero con ser tan grandes las fatigas y tan pesadas las aflicciones que padecen, no obstante eso, es mucho mayor sin comparación el consuelo que tienen cuando vuelven con las manos llenas de cuatrocientas ó quinientas almas; y si á veces no tantas, á lo menos con la esperanza de ganarlas al año siguiente, porque los más de los bárbaros quieren antes certificarse si aquel celo que les muestran es de sus almas para darles el Paraíso ó por el interés de llevarlos para ponerlos en esclavitud, y por eso acostumbran despachar alguno de los suyos para explorar el país, la gente y los Misioneros de la nueva Reducción.
Habían pasado la semana pensando en el sábado, en la vuelta a casa, para sentir el calor de la familia, después de seis días de amontonamiento. Era el único consuelo del pobre, el triste descanso de una semana de fatigas, y les habían robado una noche y una mañana. Sólo les quedaban unas cuantas horas: así que anocheciese tenían que estar de vuelta en Marchamalo.
La anciana condesa disputó más de una vez a la señora de La Tour de Embleuse las fatigas y las molestias del estado de enfermera. Cada una de ellas quería encargarse de los cuidados más penosos y de esos servicios en que estalla la abnegación del sexo sublime. El viejo duque proporcionaba a su mujer un suplemento de preocupaciones sin el cual hubiera podido pasarse perfectamente.
¡Mira, papá le dijo con entusiasmo volviéndose hacia él , qué acuarelas tan lindas! ¡Con qué facilidad y con qué valentía están hechas! ¡Qué frescura de color!... ¡Ay, don Adrián! añadió mirando al boticario que se derretía de placer con el éxito de aquellas obras de su hijo . ¡Si viera usted lo que cuesta hacer estas cosas! ¡Si supiera usted las fatigas y los años que se pasan para llegar siquiera a la mitad de este camino!
No sólo tenía que atender a su casa, sino a la de Obdulia, cuidando de que lo más preciso no faltase en ella. ¡Qué vida, qué fatigas horrorosas, qué pugilato con el destino, en las sombras tétricas de la miseria vergonzante, que tiene que guardar el crédito, mirar por el decoro!
¡Eterno Dios!, que azotas y castigas Los hombres por razones esquisitas, Que de tormentas, hambre, sed, fatigas, Trabajos, guerras, cosas infinitas He visto? Y sé Señor, que mas obligas Aquel á quien castigas, y le incitas A que ande entero siempre en tu servicio: Mas no conoce el malo el beneficio.
Fué increíble el sentimiento de los mismos Padres al ver que se frustraban sus esperanzas y tantas fatigas y trabajos como habían sufrido; por lo cual, postrándose de rodillas delante del P. Superior, le pidieron vivamente les diese licencia de quedarse en aquella grande isla de los Orejones, donde se entretendrían, hasta que creciendo las aguas y hecha amistad con los infieles, se informasen del camino, y pasado el invierno se irían á las Reducciones de los Chiquitos.
Y Vd. me dijo la madre sonriendo ¿ha descansado del todo de las fatigas que le hemos dado? Oh, era muy poca cosa!... Y aún concluí riendo también estaría dispuesto a soportarlas de nuevo... María Elvira se sonrió a su vez. Vd. sí; pero yo, no, le aseguro! La madre la miró con tristeza: ¡Pobre, mi hija! Cuando pienso en los disparates que se te han ocurrido... En fin se volvió a mí con agrado.
Huérfano desde mis primeros años, malogrado mi primer amor, sin que nadie lo hubiera comprendido, ni aun yo mismo hasta que le vi malogrado, pasando seis años de rudas fatigas para obtener mi alimento; combatiendo durante estos seis años de la ausencia de Margarita, mis celos... sí, mis celos... mi amor sin esperanza... mi ansiedad por la ignorada suerte de Margarita... fuí un fruto lentamente madurado para la vida triste y silenciosa del claustro; en el fondo de mi corazón vacío sólo había quedado el nombre de Dios... y tendí mis brazos á Dios... le ofrecí mi vida...
Palabra del Dia
Otros Mirando