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Actualizado: 9 de mayo de 2025


Que es lo que se quería demostrar, Florián amigo, y lo que yo me tenía muy sabido; que eres un monigote y no un nombre. Roger y Florián se rieron de buena gana y el primero se sentó junto á los polemistas. Ahí va un arenque, compañero, dijo Florián; pero antes de participar de nuestra espléndida hospitalidad, tenemos que imponeros ciertas condiciones.

Me llamo Teodoro, y fuí amanuense en el Ministerio de la Gobernación. En aquel tiempo vivía yo en la travesía de la Concepción, número 106, en la casa de huéspedes de doña Augusta, la espléndida doña Augusta, viuda del comandante Marques.

Vale más la espléndida figura de Pizarro, arrojando en su impaciencia la coraza cuyos broches no ajustan, para salir al encuentro de sus asesinos y combatir hasta el último aliento y morir trazando en el suelo la señal de la cruz con su propia sangre. Es muy probable que cualquiera de nosotros, en caso semejante, se hubiese felicitado de encontrar el puente salvador... Pero no somos Bolívar.

La catedral de Granada, que data de los siglos XV y XVI, aunque grandiosa y espléndida en su género y de una admirable riqueza de ornamentacion y pormenores, es, segun mi gusto, inferior á las demas catedrales de España, en cuanto al conjunto.

La hija de Estrada-Rosa, lucía un traje elegantísimo recién salido del taller de una de las más afamadas modistas de París. Su belleza, de la cual sus compatriotas no conocían más que el delicado botón, se había convertido en rosa espléndida en los cinco años de vida refinada y elegante.

El río corre, y sus aguas presentando variados reflejos, ya rojos, ya oscuros, siniestros casi siempre, completan la sorprendente belleza de la espléndida puesta de sol. »Yo me extasío ante ese cuadro que la catedral domina con sus dos ciclópeas torres.

Dolores había cambiado en los dos años que no la veía. Era una mujer, pero una mujer espléndida, hermosísima. Yo empecé a sentirme como en un sueño. ¿Será la vida así? pensaba al retirarme a la fonda.

Un amigo del señor de Pavol dijo en broma un día que a los veinticinco años se parecería rasgo a rasgo a Juno; el nombre le quedó. Mi admiración por mi espléndida prima se trocó en verdadera pasión y mi tío se divertía con mi encariñamiento y mi entusiasmo. ¿No has visto nunca mujeres lindas, sobrina? No he visto nada; como que he pasado mi vida en un desierto.

El Padre Ambrosio, no obstante, tuvo a tiempo la precaución de cruzar a Fray Miguel las manos sobre el pecho. El hermano Tiburcio tomó por la espalda a Fray Miguel. Por los pies le levantó el Padre Ambrosio. Ambos le llevaron al féretro y allí le dejaron tendido. Juan Valera Las aventuras En el año 1521 era Lisboa la más espléndida, animada, pintoresca y original ciudad de Europa.

Había alguna diferencia, por cierto, entre la pobre morada de mi padre y la espléndida mansión de mi tío, o más bien dicho, de mi tía, pues todo lo que había en ella, hasta el último alfiler, como ella decía, era suyo propio y lo había heredado del famoso mayor Berrotarán, terror de los indios y loor del ejército.

Palabra del Dia

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