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Actualizado: 14 de junio de 2025


¿Y cómo entenderemos eso de encargarse usted de ella? Creo que puede ocuparse en otro trabajo más cómodo y beneficioso, que en el de recoger trapos. , ciertamente. Por ejemplo: puede entrar en un taller.

Al encargarse del gobierno político y militar del Callao, en 1824, el brigadier don José Ramón Rodil, hallábase condecorado con las cruces de Somorso, Espinosa de los Monteros, San Payo, Tumanes, Medina del Campo, Tarifa, Pamplona y Cancharrayada, cruces que atestiguaban las batallas en que había tenido la suerte de encontrarse entre los vencedores.

Las señoras debían avanzar con los ojos vendados, trazando a tientas el ojo que faltaba en la cabeza del animal. El «digno representante de la comisión», título que se daba a mismo Maltrana, se apresuró a encargarse de vendar los ojos de las jugadoras y dirigir sus pasos, disputando este honor a ciertos intrusos que intentaban despojarle del cargo, adivinando sus ventajas.

Ferragut quiso saber cuándo había llegado, y el portero, elevando los ojos, se entregó á un largo cálculo mental... Al fin marcó una fecha, y el marino, á su vez, compulsó sus recuerdos. Se dió en la frente una palmada, ruda como un puñetazo. Era su hijo el joven que había visto entrando en el albergo cuando él marchaba á encargarse de la goleta para llevar combustible á los submarinos alemanes.

Sancho y Sol son los frutos de estas relaciones, quienes ignoran cuáles sean sus padres, habiendo sido criados hasta entonces como si fueran dos vulgares aldeanos. Esta noticia reanima al viejo Mendo; perdona la falta de su hija, y se congratula de tener un nieto, que pueda encargarse de vengar la ofensa de su abuelo.

Cabildo en la manera que estime conveniente; la cual haya de encargarse del mando, mientras se congregan los Diputados que se han de convocar de las provincias interiores para establecer la forma de gobierno que corresponda.

Pero el valeroso Doroteo despreciaba estas invenciones de la malevolencia. ¡Qué hombre ilustre carece de envidiosos! Había perdido su timidez de los primeros tiempos de la revolución, cuando rondaba en torno de los caudillos principales como un oficial de lealtad perruna, siempre dispuesto á encargarse de las misiones peligrosas.

Por ser de menos edad que su asociado, debía encargarse de los trabajos más penosos. Ella fingió no escuchar estas explicaciones que desviaban el curso de la conversación. Quería decir algo y necesitaba decirlo cuanto antes. Tal vez le han hablado mal de .

La madre y el hijo quisieron encargarse personalmente de ello. Antes de salir, la señora de Villanera besó las anaranjadas mejillas de su nieto y le dijo: «Vaya, mi pobre bastardo, ¡tu aguinaldo consistirá en un nombreNada es imposible en París: la canastilla fue improvisada en algunas horas. Por la noche, todos los comerciantes enviaron sus telas, sus encajes, sus cachemiras y sus joyas.

La Universidad lo aclamaba con más entusiasmo aún que sus ejércitos. ¿Para qué almacenar tanta fuerza de agresión y mantenerla sin empleo?... El imperio del mundo correspondía al pueblo germánico. Los historiadores y filósofos discípulos de Treitschke iban á encargarse de forjar los derechos que justificasen esta dominación mundial.

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