Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de mayo de 2025
Tales eran en cifra los ensueños y las ideas con que, a su vuelta de Roma, trajo el Padre Ambrosio embargado el espíritu. El Padre Ambrosio era inagotable en las descripciones y pinturas de cuanto había visto en Roma y de los grandes sucesos que allí había presenciado o que había allí comprendido mejor por encontrarse él en el centro del mundo.
En medio de la densa neblina anduve embargado en profunda meditación, y cada vez más y más preocupado por aquel notable encadenamiento de circunstancias que hora por hora parecía enredarse más.
Fuera ya de sus fincas y comprendiendo por el continente reflexivo del excusador de Peñascosa que su ánimo seguía embargado por pensamientos serios, D. Restituto quiso volver a la carga, aunque le pareciese sobradamente demostrado que todas las dudas de su compañero no eran más que bombas de jabón, las cuales deshace con un soplo cualquiera que haya saludado siquiera la Sagrada Teología.
Hízole comprender el doctor que se deseaba tenerle embargado durante un mes, y comprarle unos ciento cincuenta centímetros cuadrados de su piel. La operación no es nada en sí le dijo, y os garantizo que os hará sufrir bien poco; pero os advierto, en cambio, que tendréis que tener una paciencia enorme para permanecer un mes inmóvil, con el brazo cosido a la nariz del señor.
Después solía pasar al gabinete con Mendoza, quien le seguía, embargado por el susto y el respeto. Al poco rato se oía la voz cascada del general dictando alguna orden o «echándole una chillería,» como se decía en la redacción. ¡Caramba, Mendoza, no me llamen VV. tantas veces ilustre a Serrano! Ya me tienen VV. de ilustración hasta el cogote.
Y la arrastró, embargado por el entusiasmo, hacia el diván, la obligó a sentarse de nuevo y se dejó caer de rodillas besando con fervor sus manos enguantadas. ¡Jesús, qué locura! exclamó la dama un tanto confusa . ¡Vaya una cosa para hacer tales extremos!
Quedó el rey embargado en júbilo, cariño y admiracion. Volvió á tomar todo el dinero con que habian comprado los jorobados su buena ventura, y se le regaló á la hermosa Falida, que así se llamaba esta beldad. Dióle con él su corazon, que merecia de sobra, porque nunca se vió juventud mas brillante y mas florida que la suya, nunca hermosura que mas digna de prendar fuese.
En fin, que el manuscrito fue ganando por momentos terreno en el corazón de nuestra simpática amiga, y que el joven se despidió de ella, embargado por la emoción, hasta el día siguiente. Al día siguiente Clotilde se presentó al empresario y le arrancó, mediante la amenaza de rescindir el contrato, la promesa de llevar a la escena lo más pronto posible el drama de Inocencio.
Mientras seguía paladeando, con aparente sosiego, las cañas que le ofrecían, no dejaba de comérselo con los ojos, embargado por una rabia sorda que no tardó en estallar. Sus ojos, que eran lo único móvil en su fisonomía impasible, brillaban cada vez más feroces, semejando los de un loco cuando le han puesto la camisa de fuerza.
El Marqués supo por Joaquina esta resolución de la Condesa; y, cuando acosado por los acreedores, embargado y vendido cuanto poseía a fin de pagar sus deudas, tuvo que retirarse a este lugar, me dejó escrita la carta que he hecho entregar a V. para que me sirviera de introducción. La carta, hasta que ocurriese el caso hipotético que se preveía, había de estar en mi poder sin que nadie lo supiese.
Palabra del Dia
Otros Mirando