Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de mayo de 2025


El monte Izarra forma una pequeña península: a un lado tiene el boquete de Lúzaro, al otro, una playa extendida algunos kilómetros entre la punta del Faro y los cantiles pizarrosos de la parte de Elguea. Esta playa es la llamada playa de las Ánimas; playa solitaria y desierta.

Mi abuela, doña Celestina de Aguirre, no quería a mi padre; después de pasados muchos años la he oído hablar en contra de él. Es muy triste que el rencor de las personas alcance hasta los muertos; pero, ¿quién no tiene algo de podrido en el alma? Los motivos de mi abuela para no querer a mi padre eran un tanto lejanos. Mi padre había nacido en Elguea, pueblo rival de Lúzaro.

Mi madre sabía que el médico de Elguea había certificado la muerte de su presunto hermano a nombre de Tristán de Ugarte, y quería creer que el parentesco con el capitán de Bisusalde era un engaño. A pesar de esto, como la conducta de Mary en casa de Cashilda era buena, comenzaba a sentir por la muchacha cierta simpatía. Yo tenía que vivir desesperado en el vapor.

Bajamos del Izarra y salimos por entre las peñas a la punta del Faro. Recalde sabía que en un pequeño fondeadero, labrado entre las rocas del promontorio donde se levantaba la torre solía haber una barca que el torrero utilizaba para pescar; fuimos allá y encontramos la lancha; pero estaba atada con una cadena. Llamamos en el faro, y una vieja nos dijo que el torrero habia ido a Elguea.

El entierro lo harían al día siguiente en Izarte. Enviamos a un hombre a que encargara el ataúd al carpintero, y Urbistondo y yo nos quedamos en la casa. Me sorprendió bastante ver al médico de Elguea, que allí mismo sobre la mesa extendió la partida de defunción del muerto, a nombre de Tristán Ugarte, de profesión marino. Me chocó, pero no dije nada.

Su abuelo, el suizo, debía ser un dolicocéfalo rubio, un germano puro sin mezcla de celta ni de hombre alpino. Los Andías son de lo mejor de Elguea, del tipo ibérico más selecto. ¡Lástima que se cruzaran con esos Aguirres de cabeza redonda! No te preocupes por eso le suelo decir yo, riendo.

Solía estar nadando, y cuando se cansaba, al salir a la playa, su padre le ponía una manta blanca. Por la tarde, después de almorzar, el capitán iba a Elguea y volvía por la playa despacio. Muchas veces se quedaba entre las rocas hasta el anochecer.

El faro de las Ánimas era de última clase; alguna persona de influencia de Elguea había conseguido que le llevaran allí a Urbistondo; pero éste creía que el mundo entero dependía de su linterna. Le parecía también un asunto trascendental y complicadísimo encender la lámpara de petróleo y ponerle la chimenea.

¡Lúzaro! exclamó el viejo . Yo he conocido a alguien de Lúzaro. ¡Ah, ! añadió, llevándose la mano a la frente . El piloto de El Dragón ... Tristán, Tristán de Ugarte. Tristán de Ugarte era el nombre con que el médico de Elguea había extendido la partida de defunción de mi tío, y El Dragón el nombre del barco en donde había navegado Juan de Aguirre, según me contó Francisco Iriberri.

Como en todos los pueblos de pescadores, en Lúzaro se ven lanchas en los sitios más extraños e inverosímiles: en una calle en cuesta, interceptando el paso; debajo de una tejavana, dentro de la guardilla de una casa. La ría de Lúzaro es pequeña, pero muy romántica; sobre ella se tiende un puente de un solo arco, por donde pasa la carretera de Elguea.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando