Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de junio de 2025
En aquel tiempo las calles de Madrid no estaban alumbradas, ni empedradas, ni abundaban las tiendas, y las pocas que existían, se cerraban al obscurecer; andaba poca gente por las calles, porque entonces Madrid, teniendo una periferia casi tan extensa como ahora, tenía mucha menos población; las casas, construídas en su mayor parte á la malicia, como se decía entonces, ó para que lo entiendan nuestros lectores, con un solo piso, para librarse de la carga de aposento con que estaban gravadas las que se elevaban más, eran bajas, de pobre aspecto, y muchas de ellas de madera; las calles eran irregulares, tortuosas, estrechas, con entrantes y salientes, y singularmente por la parte contigua al alcázar, por donde marchaba nuestro joven, eran un verdadero laberinto, habiendo trozos en que no se veía una sola puerta, á causa de formarlos las tapias de los huertos de los cuatro ó cinco conventos que había en aquel barrio.
Las hormigas removían el suelo, elevaban pirámides junto al túnel de su vivienda, y en negros rosarios atravesaban los andenes, realizando bajo la hierba obscuras epopeyas de combates, conquistas y trabajos hercúleos. De ciprés en ciprés aleteaban pájaros negros, rasgando el silencio con su silbido.
Los rugidos mortales de las armas al estremecer el aire no dejaban en él ninguna huella óptica. No había otro humo que el de la explosión, las espirales negras que elevaban los grandes proyectiles al estallar en el suelo. Estas columnas surgían de todos lados.
Del firmamento caía una lluvia de estrellas que no llegaban al suelo jamás, y las praderas elevaban hacia él su voz suave y monótona, formada por los suspiros de millones de insectos que en el fondo de sus pequeños agujeros también se estremecían, como yo, de amor y de dicha. ¡Hermosa noche andaluza: mientras me quede un soplo de vida vivirás impresa en mi corazón!
El campo se despertaba al salir el sol, un ligero estremecimiento agitaba la hojarasca, una nube de insectos volaba de nidos invisibles y en el resplandor de los primeros rayos de oro los pajarillos se elevaban en los aires.
Por fortuna, el terror de los defensores no duró más de un segundo; todos comprendieron que a la menor vacilación estaban perdidos. Dos escalas se elevaban en aquel momento por los aires, a pesar del fuego, y venían a apoyar sus garfios en la rampa.
La niebla que hasta entonces cubriera el valle comenzó á disiparse, flotando en grandes jirones que rozaban por un momento las copas de los árboles y luégo se elevaban desvaneciéndose en el espacio. El sol iluminó entonces los alrededores de la roca convertida en fortaleza y nobles y arqueros contemplaron con admiración la vasta fuerza que los cercaba.
Las columnas, junto de una de las cuales estaba yo de pie, se elevaban hasta arriba, apiñadas como altos árboles del bosque, dando pruebas del paciente trabajo de toda una generación de hombres; todas ellas talladas en la piedra viva, infinitamente durables, a pesar de la delicadeza de la obra, y transmitidas a nosotros a través de lejanos siglos de existencia.
Dentro de estos grupos que, procedentes de diversos lugares de la tierra, habían venido á juntarse en un rincón de la América del Sur, todos los procedimientos de selección social y las lentas evoluciones que modelan á un pueblo se realizaban en pocos días. Los que habían nacido para el mando ó los que se distinguían de sus camaradas por cualquier don especial se elevaban rápidamente sobre ellos.
Cuando Isidro salió del depósito, siguiendo la roja tela, vio la orilla del río, el puente y la glorieta de Toledo cubiertos de blusas blancas, de sombreros y gorras que se elevaban, dejando las cabezas al descubierto al paso del ataúd.
Palabra del Dia
Otros Mirando