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¡Majadero! gritó el cura abalanzándose a él con los ojos terriblemente inyectados; pero dulcificándose súbito, añadió: no tienes la culpa... eres Heredia al fin y al cabo, como tu padre, como yo, como mi hermano Pedro... ¡Unos tarambanas todos!... La conversación se había prolongado.

La persona que había llamado, estremecida sin duda por aquella voz, tardó un instante en contestar. Soy yo, Gonzalo dijo al cabo con voz débil. ¡Ah! dispensa, Cecilia. Entra replicó el joven dulcificándose de pronto. Su cuñada abrió la puerta, entró, y la cerró después con cuidado. Venía a saber cómo estabas, y al mismo tiempo a decirte que si quieres la limonada ya la tienes hecha.

¡No, por Dios! ¡Concha, no, por Dios! respondía entre sollozos la criatura. Te quiero mucho... y a madrina también... Si no me pegas te he de dar mi caja de muñecas... ¿De veras? dijo dulcificándose. , ahora mismo si la quieres. ¿Y el estuche de costura? También. ¿Y el armarito de espejo? , el armarito también. Concha hizo ademán de vacilar. La niña la miraba con ojos ansiosos.

¡Si fué una casualidad, hombre! dijo la Amparo dulcificándose . Vino esta noche porque había ido de juerga con León y Rafael, y a última hora se le ocurrió a Nati hacerme una visita. Pues basta de casualidades. Yo no aspiro a que me adores, ¿sabes?; pero no quiero pagar las queridas a esos perdularios de sangre azul. ¿Lo has oído, salero?

¡Pues es necesario curarse! repitió en voz más alta y sin dejar de atravesarle con la mirada. Procuraré dijo Andrés entre dientes. ¿Cómo? Procuraré. Procurarás... está bien; está perfectamente dijo el cura dulcificándose un poco y continuando sus paseos. Lo primero que debemos hacer para curarnos es cuidar del abrigo, sobre todo del abrigo del estómago. Traerás faja, ¿no es cierto? No, señor.

El joven puso el grito en el cielo contra esta mistificación, que no tenía absolutamente ninguna razón de ser; pero dulcificándose de pronto, mostrose profundamente conmovido ante la modestia de su protectora, y juró por todos los santos del cielo que jamás había conocido otra semejante.