Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de junio de 2025


Si con los recuerdos de aquella época hubiese conservado la más leve de las ignorancias que la hicieron tan bella y tan estéril, diría que aquella facultad singular, siempre dominadora y jamás sumisa, desigual, indisciplinable, llegando en cierto momento y alejándose como había venido, asemejaba a lo que los poetas llaman inspiración y personifican en su Musa.

Todos ellos miraban con indiferencia la basílica habitada por la «señora blanca». Su única preocupación era pedir cigarros y dulces. Al verse agasajados por la raza dominadora de sus países, se enorgullecían, atreviéndose á todo, como niños revoltosos.

El culto estuvo reservado a una minoría de peninsulares, que, sin entrar de lleno en el país, estimándose transeúntes, no recibieron la sugestión de aquellas almas ni de aquella Naturaleza. A que la inspiración poética volara rastrera contribuyeron el medio y la censura de imprenta, también aplicada a la raza dominadora.

Las religiones fueron para él invenciones humanas, sometidas a las condiciones de existencia de todo organismo, con su infancia generosa, capaz de ciegos sacrificios, su virilidad absorbente y dominadora, en la que las antiguas dulzuras se convierten en imposiciones autoritarias del poder, y su vejez irremediable, con una lenta agonía que hace que el enfermo, adivinando su próximo fin, se agarre a la vida con el ansia de la desesperación.

Adquiría Jerez inmensa riqueza con la fama universal de sus vinos, y sobre las techumbres de las bodegas alzábase dominadora la iglesia del jesuíta. Descubría Bilbao sus minas y en seguida se presentaba el ignaciano á pedir su parte, levantando la universidad y el templo; la fábrica de autómatas y la tienda donde se vende la salvación eterna.

Llama más ardiente y más dominadora encendió el beso en el corazón de Abu Hafáz en vez de aquietarle. El era atrevido y capaz de arriesgarlo y de aventurarlo todo, confiado en la pujanza de su ánimo y juzgándose con bríos para allanar montes de dificultades. Resolvió, pues, guardar a Gláfira en su casa como prenda suya, sin soltar la esclava para que no descubriese el secuestro.

Donde un hombre hace su fortuna y constituye su familia, allí está su verdadera patria decía sentenciosamente, recordando á Madariaga. La imagen del lejano país resurgió en él con obsesión dominadora tan pronto como se amortiguaron las primeras impresiones del viaje.

Más en mengua resultaba nuestro prestigio al consentir por tanto tiempo que en una isla, como la de Mindanao, cuya riqueza forestal bastará para compensar con creces cuantos gastos se hagan con objeto de poner fin al mal que estamos enunciando, nuestra dominación fuera más bien nominal que efectiva, y los pocos indígenas acogidos á nuestra protección la tuvieran en poco, por el temor grandísimo que les imponía esa raza fanática, salvaje y sanguinaria de moros malayos, verdadera dominadora de Mindanao hasta no hace mucho.

Sólo con la italiana y la portuguesa tuvo algún contacto. Esta, si se exceptúan las obras de Camoëns, produjo poco original, y, desde la anexión de Portugal á España, rindió más bien tributo á la de su dominadora.

Luego, levantando sobre su cabeza la antorcha simbólica, queda a un lado la gigantesca Madona de la Libertad, que tiene por peana un islote. De mi alma brota entonces la salutación: «A ti, prolífica, enorme, dominadora. A ti, Nuestra Señora de la Libertad. A ti, cuyas mamas de bronce alimentan un sinnúmero de almas y corazones.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando