Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de julio de 2025
El duque, rodeado siempre de un grupo de fieles, se dejaba atufar a golpes de incensario, soltando a largos intervalos algún gruñido espiritual que los electrizaba, les hacía prorrumpir en exclamaciones de alegría. Las señoras eran las que más se distinguían por su entusiasmo.
Entre los compatriotas de esa alegre Megera se distinguian por sus extravagancias un ministro presbiteriano y otro anglicano en ciernes. El primero, largo de dos metros y medio, seco y cadavérico y lleno de manías, andaba siempre con una Biblia en hebreo, dando consejos, hablando solo, haciendo extrañas gesticulaciones, y retozando con los niños de algunas señoras.
Torrelavega, la primera y más linda villa de la provincia, aunque sobre la carretera nacional y conteniendo desde muchos años hace un comercio considerabilísimo, y, por consiguiente, de población menos típica que otras de la Montaña, ha perdido también los pocos rasgos que la distinguían, cediendo á la influencia minera, y más aún á la del ferrocarril que penetra en su jurisdicción.
Se distinguían perfectamente las palmas de coco, las cañas de azúcar, las sensitivas gigantes y hasta los arbustos. La tierra toda hasta la misma orilla del mar estaba cubierta de espesísimos bosques.
Había un sitio, en efecto, uno sólo que estaba por completo recubierto. Se distinguían las huellas de los dedos, que, aparentemente, se habían cuidado de cubrir de arena aquel espacio determinado. Ese sitio quedaba junto a los pedales del telar. Dunstan corrió hacia aquel sitio y escarbó la arena con el mango de su látigo.
No cabía un vetustense más. Los jóvenes laicos de la ciudad, estudiantes los más, no se distinguían ni por su excesiva devoción ni por una impiedad prematura; no pensaban en ciertas cosas; los había carlistas y liberales, pero casi todos iban a misa a ver las muchachas.
En el puente de la piragua más cercana se distinguían varios hombres ocupados en las maniobras de las dos velas, y muchos otros aplicados a los remos. De cuando en cuando se oía una voz que gritaba: ¡miro! ¡miro!; pero el Capitán se guardaba muy bien de darle crédito.
Pensad también que tenemos diez millones que conservar. ¡Pardiez! ¡muchachos, diez millones, o la cuerda! El efecto de esta peroración fue inmediato, y toda la tripulación gritó a la vez: ¡Hurra! ¡Muerte a los ingleses! La corbeta se hallaba entonces tan próxima que se distinguían perfectamente sus amuras y su aparejo.
Estos ocho magistrados componian el cabildo y se distinguian por el baston con puño de plata que llevaban. La familia se componia, en cada ramo de industria, de un mayordomo y de su segundo, quienes ocupaban, lo mismo que en Chiquitos, los lugares inmediatos al del maestro de capilla y del sacristan mayor.
Y entre estos aventureros de la primera hora del descubrimiento, la hora de los navegantes, de los argonautas, de los héroes de carabela, pobres y tristes, que no sacaron el menor provecho de sus empresas y abrieron el camino a los conquistadores férreos de a caballo que llegaron poco después, se distinguían dos como hombres entre los hombres: Alonso de Ojeda y Diego Méndez.
Palabra del Dia
Otros Mirando