Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de mayo de 2025
Todo lo apaciguó el cura, y lo pagó don Fernando, puesto que el oidor, de muy buena voluntad, había también ofrecido la paga; y de tal manera quedaron todos en paz y sosiego, que ya no parecía la venta la discordia del campo de Agramante, como don Quijote había dicho, sino la misma paz y quietud del tiempo de Otaviano; de todo lo cual fue común opinión que se debían dar las gracias a la buena intención y mucha elocuencia del señor cura y a la incomparable liberalidad de don Fernando.
Tomé, criado suyo Vobadilla. Celia María Victoria. Lisena Autora. Fénix María Ca. La discordia en los casados. Autógrafo. Fecha: Madrid 2 de agosto de 1611. Lo que pasa en una tarde. Autógrafo. Fecha: Madrid 22 de noviembre de 1617. La niñez del Padre Roxas. Autógrafo. Fecha: Madrid 4 de enero de 1625. El desdén vengado. Autógrafo, con la firma de Lope. Fecha: Madrid 4 de agosto de 1617.
Cabildo, hasta tanto que se esplore la voluntad general de los demas pueblos por el medio mas fácil que adopte el mismo Exmo. Cabildo; debiendo tener voto activo el caballero Síndico Procurador general, y decisivo en caso de discordia. Por el Sr. D. Felipe Cardoso, se dijo: Que reproduce en todas sus partes el voto dado por el Sr. Catedrático, Dr.
Nastago Duque y Primicerio del Imperio, que militaba en este ejército con Roger, se apartó de él y se fué á Constantinopla, porque no podia ver como Griego maltratar á los naturales, y las demasías que Roger hacia con ellos; y así llegado á Constantinopla quiso que el Emperador le yese, y como esto se le negó por los deudores y amigos de la mujer del Megaduque, á l que yo puedo entender, se fué al Patriarca, y por su medio el Emperador dió oidos á las quejas que traia contra Roger, de que se encendió en el Palacio una gran discordia entre los amigos y émulos del Megaduque.
Antojábasele aquel mísero conjunto de huesos y pellejo y de importunas turgencias, edificio ruinoso que el dueño defiende contra la piqueta municipal a fuerza de revoques de cal y manos de pintura y recomposición de tejas. «¡Ay!, en vano la retejo, y la unto, y la froto, y la pinto; esta mujer mía hace agua por todas partes, y el viento de la ira entra en ella por mil agujeros; esta destartalada máquina, inútil para mí, en cuanto legítimo esposo, sirve sólo, y servirá tal vez muchos años, para albergue del espíritu sutil de la discordia y de la contradicción: poca materia necesita el ángel malo para encaramarse en ella como un buitre en una horca, un búho en un torreón escueto y abandonado, y desde su miserable guarida hacerme cruda guerra».
Diráse en su lugar de aquesta armada, Volvamos á la história comenzada. Al Cáceres y Obispo revolviendo, Llegan á Santa Cruz, que de la Sierra Se llama; dó discordia, descogendo Sus velas, ha causado tanta guerra Entre los dos, que el odio ya creciendo, Los huesos uno al otro desentierra, Y mas que unas berceras en cantillo Se tratan, que es vergüenza de escribillo.
Esta ruidosa causa duró muchos años: algunas personas principales y de autoridad procuraron interponerse entre el obispo, D. Alonso y la ciudad, para conciliar las diferencias que habia, y lograr se levantase el entredicho. Consiguieron esto último algunas veces, pero era tan díscola la condicion de los contendientes, que de todo sacaban pretesto para volver á la discordia. El señor de Sta.
Porque, segun cuenta Pachimerio, el año veinte y cuatro del Reino de Andronico, que fué de Cristo mil trescientos y seis los Griegos desampararon de todo el punto del Asia y esto fué tres años después que los nuestros salieron de ella; de donde se colige manifiestamente el daño que resultó de la division y discordia de los Catalanes, y Griegos, pues con ella se perdió la ocasion de oprimir aquella soberbia nacion en sus principios, que en este tiempo se pudiera haber hecho con poca dificultad.
A cuya gran voz, todos se pararon, y él prosiguió diciendo: ¿No os dije yo, señores, que este castillo era encantado, y que alguna región de demonios debe de habitar en él? En confirmación de lo cual, quiero que veáis por vuestros ojos cómo se ha pasado aquí y trasladado entre nosotros la discordia del campo de Agramante.
Por ganar almas para el cielo, vas a traer la discordia a casa de tus padres. Antes que hijo, eres cura. ¿No hallas nombre más despreciativo? Las palabras, contenidas por el temor de despertar a los viejos, sonaban como sofocadas, ahogando la prudencia las entonaciones de la ira.
Palabra del Dia
Otros Mirando