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Actualizado: 21 de junio de 2025


Era un pobre carro de labranza, tirado por un rocín viejo y huesudo, al que ayudaba en los baches difíciles un hombre alto que marchaba junto á él animándole con gritos y chasquidos de tralla.

Mas aunque esto sea así, el amor propio ocasiona mil extravíos en los Comentadores. Uno de ellos es la erudicion que emplean en explicar un lugar claro y facil del Autor principal, lo que hacen por mostrar que saben mucho, y por dar á entender que son hombres capaces de comentar, é ilustrar las cosas mas difíciles.

D. Cristóbal de Moura, hidalgo portugués, que a la edad de catorce años entró en calidad de menino al servicio de la princesa doña Juana, conquista la estimación, la confianza y el afecto de aquella egregia señora, la sigue desde Portugal a Castilla, desempeña por su mandado muy difíciles comisiones y muestra en todo rara discreción y singular destreza y tino.

Su última mirada fue para la lontananza del camino del Vivero por donde había visto desaparecer entre nubes de polvo los coches. «¡Estamos buenosiba pensando por las calles. Era enemigo de dar nombres a las cosas, sobre todo a las difíciles de bautizar. ¿Qué era aquello que a él le pasaba? No tenía nombre.

La vida de mi padre nos ha colocado en una situación muy modesta, señorita, pero superior a la de los infelices que necesitan ganar un jornal. Pertenecemos a esas últimas capas de la clase media que tocan de cerca la pobreza, y las mujeres de esta clase son muy difíciles de casar. No se me alcanza la razón. Es muy sencilla.

Al contrario, despues de largos é intensos trabajos mentales, á veces se experimenta un verdadero placer en ejercitar las fuerzas físicas, cuando las intelectuales han llegado ya á un estado de completa postracion. Estos fenómenos no son difíciles de explicar si se advierte que las alteraciones del sistema muscular distan mucho de guardar proporcion con las del sistema nervioso.

ISIDORA. Ya ves que cumplí mi palabra. El jueves, cuando me pintabas tu compromiso y me decías que tu honor y tu buen nombre estaban en peligro, te dije: «Yo, a quien tan grandes desaires has hecho, te he de salvar...». No hay nada que me cautive tanto, que tanto interese a mi alma, como un acto de estos atrevidos y difíciles, en que entren la generosidad y el peligro.

La desgracia, como cansada del tesón con que los dos compadres sabían eludirla, comenzó a cebarse en ellos. Era en vano que con riesgo de su vida esquivasen durante la noche los pasos difíciles de la sierra. Por tres veces les sorprendieron cerca de la ciudad, en los llanos de Caulina, cuando se creían ya en salvo.

"Es de deplorar continuó el militar reforzando su elocuencia con un poco de mímica, es de deplorar que los primeros derechos concedidos por la libertad sean mal empleados por algunos hombres. El hábito de la libertad es uno de los más difíciles de adquirir y tenemos que sufrir los desaciertos de los que por su natural rudeza tardan más en adquirir este hábito. Pero no desconfiemos por eso, amigo.

El alma no sale casi de su situación actual más que para cambiar el orden de sus emociones, para renovar la especie, para distraerse por sensaciones más poderosas; y es muy cierto que las emociones puramente sociales de nuestro siglo han debido hacernos más difíciles a las emociones novelescas.

Palabra del Dia

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