Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de mayo de 2025


En aquella voz reconocí la del capitán. , aquí estoy esperándoos le dije. Pues ven conmigo y no te detengas, que el viento es favorable y vamos á zarpar. Acerquéme á él, y él me asió de una mano y me llevó hasta la barca. Su mano temblaba. Luego me asió de la cintura para meterme en la barca. Sus brazos temblaban también, y su corazón latía con fuerza.

Parte, y no te detengas solo un punto, Y á los que en esta lista van escritos Diras de Apolo quanto aqui yo apunto. Sacó un papel, y en él casi infinitos Nombres vi de poetas, en que havia Yangueses, Vizcainos, y Coritos. Alli famosos vi de Andalucia, Y entre los Castellanos vi unos hombres, En quien vive de asiento la poesia.

Ven, dulce mañana mía; Ven, mi luz, no te detengas; No me coja eterna noche Antes que me amanezcas. Abrense los muros de la cárcel: preséntase la Santa Virgen hollando al Dragón con sus pies, y deja caer dulces palabras en el alma del cautivo, que entonces duerme tranquilo. Mientras tanto desciende del cielo por una escala el Amor divino, y le anuncia que ha llegado la hora de la Redención.

Paco estaba mudo, extático, lleno de asombro, con la boca abierta, y sin saber qué pensar ni qué decir. Beatriz, con más agitación, contrariada, impaciente por la inmovilidad de Paco, prosiguió de esta suerte: No te detengas: vuela, busca a Braulio. Se va a matar si te tardas.

38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No te detengas en venir hasta nosotros. 39 Pedro entonces levantándose, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron al cenadero, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas les hacía cuando estaba con ellas.

En aquella idea vaciaba, como en un molde, todo lo bueno que ella podía pensar y sentir; en aquella idea estampaba con sencilla fórmula el perfil más hermoso y quizás menos humano de su carácter, para dejar tras una impresión clara y enérgica de él. «Si me descuido pensó con gran ansiedad , me cogerá la muerte, y no podré hacer esto... ¡qué gran idea!... Ocurrírseme tal cosa es señal de que voy a ir derecha al Cielo... Pronto, pronto, que la vida se me va...». Llamando a Encarnación, le dijo: «Chiquilla, vete corriendito al cuarto de abajo, y le dices a D. Plácido que le necesito... ¿entiendes?, que le necesito, que suba... Anda, no te detengas.

4 Porque en mis ojos fuiste de gran estima, fuiste digno de honra, y yo te amé. 6 Diré al aquilón: Da acá, y al mediodía: No detengas. Trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los términos de la tierra, 8 Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos. Presenten sus testigos, y serán sentenciados por justos; oigan, y digan: Verdad.

El antiguo cabecilla le escuchaba con visible impaciencia y, frunciendo el torvo entrecejo, solía contestarle ásperamente: Anda adelante y no te detengas en pataratadas. ¡Pataratadas! El cura de Peñascosa calificaba así los extravíos de una conciencia, los dolores del remordimiento.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando