United States or Laos ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los historiadores árabes, sin embargo, pueden ayudarnos en muchas cosas á suplir el silencio de los nuestros: silencio que nada tiene de particular atendida la natural turbacion y desconcierto de aquellos primeros tiempos de la España muzárabe, durante los cuales, la misma tolerancia de los dominadores pudo en cierto modo contribuir á que no surgiesen al pronto del seno de la Iglesia española de la Bética esos hombres notables, dechados de ciencia y santidad, que luego la ilustraron en las épocas de persecucion.

La esposa apretaba los labios, palideciendo ante el desconcierto de su sobrino, el cual no podía asir muchas de las ideas del doctor. Con su instinto agresivo de mujer devota intervino en la conversación, queriendo auxiliar á Urquiola. No entiendo esa moral dijo á Aresti con voz ruda. Nada me importa: esa queda para... sabios como . Nosotros, los brutos, nos contentamos con el Catecismo.

Figúrate si con esas tragaderas estarás bien dispuesta para el amor». Después de esto y mientras Fortunata se comía una cantidad inapreciable de pasas y almendras, cogiéndolas del plato una a una y llevándoselas a la boca sin mirarlas, el bondadoso anciano siguió sus habladurías con cierto desconcierto, y como desvariando.

En este excepcional desconcierto no se olvidó de pagar, y dando su duro al Tartera, recogió la vuelta. «Noble amigo díjole a Izquierdo al oído , no me acompañe usted... Estimo en lo que valen sus ofrecimientos de ayuda.

Condestable, no le hallé; boluime, porq. ando con vn desconcierto de estómago. Por el mismo no voy hoy. Mañana, aunq. no quiera mi salud yré por biuir, y hoy tambien me tienen mis amigos occupado, que me han venido a ver. No quiero respuesta, sino que V. m. me ame y tenga por su serui.^or Ant. Perez. Bibl. Nac. de París, Fr., 3.652, fol. 129. Colección Morel Fatio, núm. Ilustre Sr.

Por fin el joven, en el último grado de la turbación y del desconcierto, se aventuró a hablar, y dijo algo así como buenas tardes... y después: Yo creí que... y luego: De modo que usted, tía... «No, yo no me meto en nada declaró doña Lupe, que estaba sentada como presidiendo . Lo único que he dispuesto es traerla aquí para que frente a frente decidáis... Fortunata, siéntate».

El tiene ordenado que de lo que hurtáremos demos alguna cosa o limosna para el aceite de la lámpara de una imagen muy devota que está en esta ciudad, y en verdad que hemos visto grandes cosas por esta buena obra; porque los días pasados dieron tres ansias a un cuatrero que había murciado dos roznos, y con estar flaco y cuartanario, así las sufrió sin cantar como si fueran nada; y esto atribuimos los del arte a su buena devoción, porque sus fuerzas no eran bastantes para sufrir el primer desconcierto del verdugo.

Pues bien, en vista de este desconcierto, ¿no es patriótico intentar la reconciliación de todos los que aborrecen la tiranía? ¿Qué te parece, Salvador, no es patriótico, altamente patriótico? Me parece tan patriótico como imposible replicó el interrogado.

Por encima de los arcos claustrales, sobresalía el techo de la capilla con sus acanaladas tejas negruzcas; y el campanario la cúpula redonda esmaltada de azul, parecía asomarse con indiferencia al desconcierto vulgar del mundo. Al silencio del jardín los ruidos de la calle llegaban como venidos de una región extranjera, lejana.

Además, por lo que he podido observar y han observado también algunas personas de la familia y de fuera, en casa de Fernando reina cierto desconcierto inevitable; por buena que sea una ama de llaves, por buenos que sean los criados, no es posible que atiendan como corresponde a todos los pormenores... Tu misma educación, Miguel, anda bastante descuidada al decir de la gente.