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En su firme deseo de suprimir el martirio del tiempo, de alejarse de una vida sin objeto inmediato, acabó por dormirse y despertó a media tarde, cuando el sol empezaba a descender lentamente, más allá de la línea de islotes, entre una lluvia de oro pálido que parecía dar a las aguas un azul más intenso y profundo. Al bajar a Can Mallorquí vio cerrada la alquería. ¡Nadie!

Hagamos aplicaciones de esta doctrina que se muestra tanto mas exacta cuanto mas se la hace descender al terreno de los hechos. El amor de la criatura al Criador, ha sido siempre mirado como un acto esencialmente moral; como lo mas puro de la moralidad; en lo que se manifiesta que en el órden secundario y finito, este acto es la mas pura y fiel expresion de la moralidad absoluta.

Un aplauso inmenso saludó á Simoulin al descender del tren. «¡Qué viejo está!» Y las mujeres, vestidas de luto, lloraban, olvidando momentáneamente sus dolores para no ver mas que los sufrimientos del adorado grande hombre.

Al descender del cuello de Forclaz hácia la llanura de Martigny, el espectáculo que se domina con la vista es tan grandioso como pintoresco.

En una de las paradas, al final de un trayecto del tranvía, Krilov debía descender; pero la muchacha no lo hizo, y él le dijo en voz alta al conductor: Deme usted un billete hasta la parada próxima.

Fernando miró también, influenciado por este silencio, y vio a Maltrana que acababa de descender por una escalerilla de hierro. En mitad de la escalera estaba Nélida mirando a la muchedumbre extendida a sus pies, orgullosa de la emoción que despertaba su presencia.

Las matronas de la máquina volante, que veían debajo de ellas á todo el vecindario de la capital admirándolas, como si de su esfuerzo dependiese la suerte de la República, quisieron no marrar su segundo ataque, y para ello hicieron descender la máquina más cerca del gigante, aunque manteniéndola á tal altura que no pudiera alcanzarla con su garrote.

Los antiguos patriotas chilenos no han olvidado, sin duda, las proezas del sargento Araya, de granaderos a caballo, porque entre aquellos veteranos la aureola de la gloria solía descender hasta el simple soldado. Contábame el presbítero Meneses, cura que fué de Los Andes, que después de la derrota de Cancha Rayada, el sargento Araya iba encaminándose a Mendoza con siete granaderos.

El 7 de febrero á las doce de la mañana mi bote estaba preparado, y partí con mi familia del puerto de Calamar para descender el canal del Dique, prefiriendo esa via mas bien que la de tierra, porque si esta era mas corta, la otra tenia para todo el interes de una obra nacional importante para el comercio, y todo el encanto de una navegacion en extremo pintoresca.

Nuestros conocimientos no se componen únicamente de elementos necesarios, sino que admiten en buena parte ideas enlazadas con lo contingente; pues como hemos visto ya, las verdades puramente ideales no conducen á nada positivo si no se las hace descender al terreno de la realidad.