Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de octubre de 2025


La que escogí para ser mi compañera es de tal condición... en fin, excuso de hacer su elogio, porque usted la conoce... a eso voy, Sr. D. Salvador. Ella estuvo en un tiempo bajo el amparo y protección de usted; usted le escribía desde Francia. ¡Ay! Cuando estuvo mala, le nombró a usted en sus delirios.

Expulsando con indignada energía del espíritu humano aquella falsa concepción de la igualdad que sugirió los delirios de la Revolución, el alto pensamiento contemporáneo ha mantenido al mismo tiempo, sobre la realidad y sobre la teoría de la democracia, una inspección severa que os permite a vosotros, los que colaboraréis en la obra del futuro, fijar vuestro punto de partida, no ciertamente para destruir, sino para educar el espíritu del régimen que encontráis en pie.

Aseguro que no soñaba yo con ver ni he visto jamás delirios más estupendos, pintados y esculpidos, ni más abominables creaciones. Y cuenta que, en medio de su extravío, no podía negarse original y distinguido talento á no pocos de aquellos artistas libres. Prescindo de la ilación y procedo á brincos y con aparente incoherencia para que esta carta sea la última, y no escribir una docena.

Si se trata de conocer lo que sucede en otra persona, ademas de lo dicho será conveniente exâminar si la gobierna alguna secreta pasion, y muchas veces se hallará, que el deseo que tiene una muger de parecer santa, ó el apetito de fama de virtuosa, ó la ambicion y deseo de mandar, ó tal vez el despecho por no venirle las cosas como desea, han corrompido su fantasía; y de aquí nace que juzgue por revelaciones sus delirios.

Pero la filosofía, y perdóneseme lo rastrero y humilde de la expresión, es harina de otro costal: es asunto mil y mil veces más complicado y misterioso, y bien puede acontecer, y a mi ver acontece, que tomemos por verdad la mentira, por realidad el sueño y por razonamiento juicioso los mayores delirios.

En nuestros tiempos tenemos otros exemplares recientes de muchos Hereges, que quieren hacer pasar los delirios de su imaginacion por revelaciones especiales, y harto se han gloriado de esto Lutero, y Mr. Jurieu, pero con risa y desprecio de todos los sabios. Hay otras mugeres que hablan de revelaciones especiales, y su error está en la fantasía, aunque se hace de otra manera.

Seamos en hora buena cautos en creer la existencia de fenómenos extraños, y no nos abandonemos con demasiada lijereza á sueños de oro; pero guardémonos de calificar de naturalmente imposible lo que un descubrimiento pudiera mostrar muy realizable; no demos livianamente fe á exageradas esperanzas de cambios inconcebibles; pero no las tachemos de delirios y absurdos.

En los Estados Unidos, un rey de no qué artículo daba cien mil dólares por una silla, para seguir de cerca mi juego irresistible. Jamás se pagó tanto por ver los pelos de un concertista ó los brillantes de una tiple. ¿Y Monte-Carlo? preguntó Novoa, interesado por estos delirios del jugador. A él llegamos. Lo había guardado para el final, pensando en el dinero que dejé aquí.

¡Locuras de muchacho! ¡Delirios de ardorosa fantasía! ¡Presentimientos de una alma tímida, de un corazón inconstante!

Pero, en realidad los músicos, al meter los delirios y locuras entre las cinco rayas paralelas y los huecos de las mismas que forman el pentágrama, sujetan a razón su melografía delirante; de donde se desprende que la razón, aun tratándose de locuras melodiosas, es y será siempre, antes que la música, el arte de las artes, la facultad soberana del humano espíritu.

Palabra del Dia

aprietes

Otros Mirando