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Painemanque, que quiere decir Condor anciano, tiene 14 indios, inclusos cuatro hijos, en 7 toldos: vive en el parage de Quilquil, que quiere decir pajaro chiquito, cuyas aguadas son 4 pozos cavados y cercados. Dista dos leguas del antecedente, sito sobre el mismo camino, tras de un cerro pequeño................14

que en las nubes tienes alto nido, Tiende tu vuelo, condor atrevido, Que sustentas de Chile el paladion; Sigue del sol la luminosa huella, Y trae cual Prometeo una centella Para incendiar con ella á la nacion.

El presidente es elegido por el término de cuatro años, y no puede ser reelegido sino después de haber transcurrido dos períodos presidenciales. La moneda circulante en el Ecuador es el sucre de cien centavos. Diez sucres equivalen a un cóndor, que a su vez equivale a una libra esterlina.

Canipayú, que quiere decir pericote, de mediana edad, tiene 15 indios y 5 hermanos en 7 toldos, viven en Chin. Sus aguadas son 2 pozos grandes cercados, distantes de Arpiel como dos leguas..15 Carimanque, que quiere decir condor, tiene 10 soldados en 7 toldos: vive en Mamucanan, siendo su aguada un pozo cercado y tres lagunas llovedizas, y reside á la vista de Chin................10

Condor, ¿a que volar hacia la altura, si al lodo de la tierra he de volver...? ¡Qué terrible dolor es este mío: hoy como ayer, mañana como hoy! Como revuelto y caudaloso río de mi destino al fin marchando voy. Calma te pido, padecer constante; calma te pido, inhóspito sufrir: como el héroe al marchar hacia adelante quiero cara al peligro sucumbír.

Me denuesta la envidia... ¡No me importa! Yo prosigo impasible la jornada, ¡el vuelo del condor jamás se acorta al silbo del reptil de la hondonada! No mendigo un aplauso lisonjero, ni algún laurel para calmar mi angustia. El aplauso es un ruido pasajero, y el laurel, verde rama que se mustia.

No se figuran por cierto en España, cuando sus hombres de letras más distinguidos aplauden sin reserva los grandes trabajos de un Caro o de un Cuervo, que sus autores viven en la región del cóndor, en las entrañas de la América; a veces, y por largos días, sin comunicación con el mundo civilizado... El extranjero vive mal en Bogotá, sobre todo, cuando su permanencia es transitoria.

Pero no le busquemos ni en la realidad presente de aquel pueblo, ni en la perspectiva de sus evoluciones inmediatas; y renunciemos a ver el tipo de una civilización ejemplar donde sólo existe un boceto tosco y enorme, que aún pasará necesariamente por muchas rectificaciones sucesivas, antes de adquirir la serena y firme actitud con que los pueblos que han alcanzado un perfecto desenvolvimiento de su genio presiden al glorioso coronamiento de su obra, como en el sueño del cóndor que Leconte de Lisle ha descrito con su soberbia majestad, terminando en olímpico sosiego la ascensión poderosa más arriba de la cumbre de la cordillera.

Actores creados a la imagen del Altísimo, murmuran en voz baja y saltan de un lado al otro; pobres fantoches que van y vienen a órdenes de vastas creaturas informes que cambian la decoración a su capricho, sacudiendo con sus alas de cóndor a la invisible desgracia.

Los colombianos traían marcadas en las heridas de la carne, y muchos en las del corazón, las huellas del largo batallar en las llanuras de Venezuela y en los Cerros granadinos, contra la fuerza, la arrogancia y el valor españoles. Los argentinos recordaban la incomparable hazaña del paso de los Andes, cuando en las alturas donde mora el cóndor habían librado combates inmortales.