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Actualizado: 24 de junio de 2025
Pero ella estaba frente á él, grave, convencida de su voluntad para el trabajo, y esperando el luminoso consejo, como si de él dependiese su destino. Afortunadamente, la misma Alicia, no pudiendo sufrir este silencio, empezó á exponerle sus propias ideas. El revoltijo presente justificaba las más desatinadas resoluciones.
La excesiva confianza en este punto seria un seguro indicio de que no se comprende el estado de la cuestion: y la vanidad quedaria castigada, resultando convencida de ignorante. Con estas salvedades, permítaseme emitir algunas observaciones sobre esta cuestion misteriosa.
Aquel comercio infame la dolía más que la repugnaba; en su vida de teatro, en la que entró ya seducida, enamorada del vicio, no había tenido ocasión de adquirir nociones de dignidad ni de amor puro; aquella mezcla del amor y el interés le parecía sólo producto de su oficio; que la hermosura tenía que ser el complemento del arte para ganar la vida, lo admitía, sobre todo desde que ella misma estuvo convencida de que jamás llegaría a ser prima donna assolutissima en los grandes teatros.
El instinto de conservación de su error era tan grande, que este necesitaba muchos y muy fuertes golpes para someterse. Muñoz y Nones tomó su sombrero. «No se vaya usted, no dijo ella, temiendo quedarse sola con sus fieras dudas . Hábleme algo más. No estoy convencida, pero dudo. ¡Oh! Si me muriese hoy mismo, si me muriese antes que empezara a destruirse esta fe, ¡qué dichosa sería!
Soledad levantó los ojos y le miró á la cara con sorpresa y curiosidad. El majo había pronunciado las últimas palabras con emoción. Todo eso será verdad, Velázquez... pero estoy convencida de que ni yo puedo hacerte feliz á ti ni tú puedes hacerme feliz á mí repuso la joven dulcemente, pero con firmeza.
Art. 4.º Convencida la Junta de que nada se saca de las escuelas sino ruido, y que se calienten la cabeza los hijos de los amados vasallos del señor don Carlos V, quedan cerradas las que hubiese abiertas: debiendo olvidar cada vecino en el término improrrogable de tres días, contados desde la fecha, lo poco o mucho que supiese, so pena de tenerlo que olvidar donde menos le convenga.
Esta vez Liette no pudo reprimir una franca carcajada, y respondió besando tiernamente a aquella cabeza a la que las canas no habían llevado la razón: Nadie podría reemplazarte conmigo, querida mamá, y la de Candore menos que otra... No la conoces; es una mujer superior, pero tan convencida de su superioridad, que el común de los mortales no existe para ella.
Sí, sí, vaya a sus diligencias; pero no se corra mucho, y vea en este suceso feliz, como lo veo yo, una lección que nos da la Providencia. Por mi parte, me declaro convencida de lo buenos que son el orden y el arreglo, y hago propósito firme de apuntar todo, todito lo que gasto.
Todas las seguridades que su marido se complacía en darle acerca del carácter pacífico de aquel hombre se desvanecían en cuanto le miraba a la cara. Estaba íntimamente convencida de que un día u otro concluiría por asesinar a Germán o secuestrarla a ella. Este hombre terrible ¡quién lo diría! se hallaba completamente abstraído recogiendo florecitas del suelo.
La duquesa para decirlo de una vez, estaba plenamente convencida de que el rey necesitaba andadores. La duquesa estaba también completamente convencida de que el duque de Lerma venía á ser los andadores de Felipe III.
Palabra del Dia
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