Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de mayo de 2025
El posadero trajo la cena y una porción de botellas de vino y de sidra, y, como la caminata desde Arichulegui hasta allá les había abierto el apetito, se lanzaron sobre las viandas como fieras hambrientas. Estaban cenando, cuando llamaron a la puerta: ¿Quién va? dijo el posadero. Yo. Un amigo contestaron de fuera. ¿Quién eres tú? Ipintza, el Loco. Pasa.
Respondan ustedes, señoras, y ustedes también, caballeros. Arduo por demás era el problema y, como no podía menos de esperarse, dividiéronse las opiniones. Los jóvenes, que creían tener sobrado tiempo para morir de desesperación, respondieron que sí; los viejos, cuya vida pendía ya de un ataque de gota o de un simple catarro, contestaron que no; las mujeres se limitaron a hacer un gesto de duda.
Pregunté el por qué no habían de seguirse los ensayos en la plaza, y me contestaron que solo se hacía allí el primero, verificándose los demás frente á la casa del que convidaba. ¡Ah, vamos! ¿con que hay convite?
Señores dijo el alcalde, tan pronto como el alguacil pasó lista á los asistentes y vió que, legalmente, se podía celebrar sesión; se trata de que el señor forastero quiere regalar un reló de campana para la torre de la iglesia del pueblo. Pues Dios se lo pague contestaron á coro la mayor parte de los concurrentes.
Nada consiguió con esta gestion, porque los patriotas contestaron: "que solo podrian acceder cuando las órdenes partieran de la legítima autoridad por ellos reconocida." En vano se dirigió despues al Congreso y particularmente á Bolívar, quien como el caso requeria hizo una convocatoria extraordinaria, en la cual, con toda dignidad y entereza, fueron rechazadas las proposiciones de Morillo.
A los agravios alegados por los señores de Jardye y Hermany en nombre del barón, los señores Rambert y Evelyn contestaron en el de su cliente, que tales agravios eran imaginarios, pero puesto que el señor de Maurescamp se consideraba ofendido, el señor de Lerne, no podía dejar de inclinarse ante su apreciación.
¿Quién desea un cimarrón? preguntó Baldomero, parándose en la puerta, y agregó: Buenos días, señores. Buenos días contestaron; pase adelante. ¿Han descansado? Hemos dormido perfectamente. ¡Pero han soñado mucho! dijo Melchor, riendo, mientras servía el desayuno. Si... ¿no? ¿y con quién? Son pavadas de éste repuso Ricardo. ¿Pavadas?... ¿Y el galope que ha pegado Lorenzo con la Pampita?...
El Sr. Alcalde de primer voto les hizo presente el objeto de la convocatoria; espresándole que el Exmo. Cabildo Gobernador contaba con su auxilio para llevar á efecto las resoluciones que habia tomado en tan críticas como extraordinarias circunstancias. Contestaron unanimemente, que estaban aparejados y dispuestos á sostener la autoridad que por voto del pueblo habia reasumido el Exmo. Cabildo.
Pasó por allí á la sazón el ejército de Riego, y aquellas tropas excitaron su curiosidad. Preguntó; le dijeron que eran los soldados de la libertad, y esto resonó en sus oídos con cierta agradable armonía. "Me voy con ellos", dijo á sus padres. Estos eran muy pobres, y contestaron: "Hijo, vete con Dios, y que El te haga bueno y feliz; pórtate bien, y no te olvides de nosotros."
Como no tenía prisa, aceptó el convite y se acercó a ellos saludándoles con un: A la paz de Dios, caballeros. Buenas tardes, amigo le contestaron. Y se sentó en el hueco que galantemente le dejaron y se bebió de un trago la caña que Enrique le puso delante.
Palabra del Dia
Otros Mirando