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Actualizado: 12 de julio de 2025
Se dirigen miradas significativas, sonríen con desprecio, se hablan al oído. Mientras tanto, los feroces bigotes del jubilado de Ultramar se erizan, se estremecen con leve temblor que se comunica a sus labios y de ahí al resto del organismo.
Entrando por la puerta de la Saleta ábrense a la derecha dos balcones que dan a la plaza de la Armería, a la izquierda dos puertas que llevan a los aposentos interiores, y al frente una mampara que comunica con la cámara.
En el centro se echa de menos el escudo de las armas reales que debia existir anteriormente: en los cuatro que corresponden á sus lados se ven dos yugos y entre ambos la inscripcion de TANTO MONTA: en los restantes tan solo un yugo. La antesala que comunica el salon con el gabinete de Sta.
Los remos cobraron al fin toda su agilidad y removieron airados con sus palmas el cristal de las aguas, produciendo en ellas remolinos fugaces y espumosos. Todos los semblantes expresaban la cándida alegría que comunica el movimiento y el espectáculo siempre nuevo y hermoso de la naturaleza.
No tienen subordinación á sus caciques, pues cuando quieren, dejan á uno y van á vivir con otro; y si el cacique emprende ó tiene que hacer alguna empresa, á todos se lo comunica y cada uno dá su parecer.
Allí se ve una red complicada de carriles de hierro, por los cuales giran los carros que sirven para el embarque y desembarque de las mercancías, entre los diques y la estacion del ferrocarril que comunica á Ambéres con Malínas.
Soltando una risilla insolente, se precipitó por la escalera abajo. ¿Qué demonios pasaba en aquel cerebro?... Entró por la puerta pequeña que comunica el patio con el largo pasillo interior del edificio, y una vez allí pasó sin obstáculo al vestíbulo, tentando la pared porque la oscuridad era completa.
La chispa de la ambición comunica instantáneamente el fuego a todos los corazones, y como sucede siempre en las grandes perturbaciones sociales, los sórdidos intereses, las pasiones bastardas, los rencores, las miserias, todo el fango del espíritu, en una palabra, asciende a la superficie y enturbia por un instante la pureza de la docta Corporación.
Llevo descritos dos lados del salón-mirador, bien que aun me falte decir que, entre el arco que comunica con la rampa y el otro contiguo, hay un poyo de piedra, de dos cuerpos, mucho más ancho el de abajo que el de arriba, que se construyó allí para que Carlos V montase á caballo más cómodamente..... Por cierto que, según refiere Fr.
De la veneración piadosa del pasado, del culto de la tradición, por una parte, y por la otra del atrevido impulso hacia lo venidero, se compone la noble fuerza que, levantando el espíritu colectivo sobre las limitaciones del presente, comunica a las agitaciones y los sentimientos sociales un sentido ideal.
Palabra del Dia
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