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El Desaguadero, que fluye de las lagunas de Huanacache, el Tunuyan , el Diamante, despues de haber derramado sus aguas en las cienagas que encuentran, se pierden en una gran laguna que se forma á las faldas de Limeñ-Mahuida ; y es probable que esta inmensa acumulacion de aguas pase por meatos subterraneos á aumentar el caudal del Colorado, que es el único rio que corre por aquellas inmediaciones: lo que nos induce á creerlo son los grandes tremedales que cubren sus orillas, y que suponen una infiltracion copiosa y perenne.
Este dia fuí á reconocer el principal desague del Colorado, y abalizé el paso con 40 balizas hasta la Punta de los Zaramagullones, y me hice á la vela, y al remolque hasta la noche, que dí fondo á la expresada punta en dos brazos de agua.
Vimos que a todo escape se nos acercó un General, seguido de gran número de oficiales. Era el marqués de Coupigny, alto, fuerte, rubio, colorado de suyo, y en aquella ocasión encendido, como si toda su cara despidiera fuego. Era Coupigny hombre de pocas palabras; pero suplía su escasez oratoria con la llama de su mirar, que era por sí una proclama.
Eso no está en mi jurisdicción, pues pertenece á Río Colorado; pero mi compañero el comisario de allá sospecha que eres tú el del robo. Manos Duras siguió fumando en silencio, escupió, y dijo al fin: Calumnias de los que desean que no venda carne al campamento de la Presa. Le han dicho también al gobernador del territorio que eres tú el que mató hace meses á los dos comerciantes turcos.
Acodado el Gallego en el mostrador escuchaba á los parroquianos más viejos, jinetes del país que habían cabalgado de los Andes al Atlántico y del río Colorado al estrecho de Magallanes como guías de los compradores de «hacienda» ó explorando el desierto para descubrir aguadas y nuevos pastos.
Caminamos á las siete de la mañana, y á cosa de una hora entramos en el Saladillo, pero por mejor parte, porque era el rumbo del N y el que habia llevado nuestra vaqueana cuando se vino del Rio Colorado, y nos iba guiando con su marido el Cacique Lincon.
Bien; en el seno de la República, del fondo de sus entrañas se levanta el color colorado, y se hace el vestido del soldado, el pabellón del ejército, y últimamente, la cucarda nacional, que, so pena de la vida, ha de llevar todo argentino. ¿Sabéis lo que es el color colorado? Yo no lo sé tampoco; pero voy a reunir algunas reminiscencias.
Tenía talento e instrucción, y hablaba bien francés, español e italiano, aunque todo con el acento de su tierra. Tenía modales finísimos, aire aristocrático y conversación muy amena cuando tomaba confianza, pues en general parecía tímido y vergonzoso, y a cada paso, por cualquier motivo y a veces sin aparente motivo, se ponía colorado como la grana.
Las armas de Lima eran: un escudo en campo azul con tres coronas regias en triángulo, y encima de ellas una estrella de oro cuyas puntas tocaban las coronas. Por orla, en campo colorado, se leía este mote en letras de oro: Hoc signum vere regum est.
"Entré en el Colorado por la canal chica: este rio se divide en una porcion de brazos, que forman otras tantas islas, pero todas anegadizas y pantanosas. La corriente baja con mucha fuerza, y trae tanta arena que las canales se obstruyen. Al salir de este rio para seguir la costa hacia el norte, hallamos tan poca agua que varamos con una canoa chica.
Palabra del Dia
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