Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Le vió aparecer en forma de nube, agrandóse como si fuese á desplomarse sobre la batería. Sin saber cómo, se encontró en el fondo del «abrigo», y sus manos tropezaron con el frío contacto de un montón de cilindros de acero alineados como botellas. Eran proyectiles. «Si la «marmita» alemana pensó estallase sobre esta madriguera... ¡qué espantosa voladura!...»

En el espesor de las piedras están las conchas de los moluscos y discos, bolas, espinas, cilindros y varillas silíceos ó calcáreos de las foraminíferas y las diatomas que se encuentran en más asombrosas muchedumbres; pero también hay formas que sustituyen exactamente á las carnes blandas de aquellos seres organizados; vénse esqueletos de peces con sus aletas y sus escamas: élitros de insectos, ramillas y hojas; hasta huellas de pasos hay, y en la dura roca que fué en otro tiempo arena incierta de las playas, se encuentra la impresión de las gotas de lluvia y la red de los surcos trazados por las olas de la orilla.

Hace la cordobesa gajorros, cilindros huecos, formados por una cinta de masa que se enrosca en espiral, para los cuales, a fin de que crujan entre los dientes y se deshagan luego con suavidad en la boca, es indispensable una maestría soberana, así en el amasijo como en la fritura.

Los esclavos hicieron desaparecer la cigarrera, mientras otros cargaban con los fragmentos de los cilindros de papel y barrían el temible polvo esparcido en el suelo. Poco á poco cesaron los estornudos y pudo reanudarse el desfile. A partir de este incidente, pareció que el público había perdido todo interés por los objetos del gigante.

Había siempre en las tiendas de antaño un olor inextinguible a tripe, porque nunca faltaban cuatro o seis grandes cilindros de tripe inglés formados a la entrada de la casa que, a su calidad de mercadería de fondo, reunían la ventaja accesoria de servir de poyos para sentarse, a los tertulianos habituales del establecimiento.

De en medio de la gradería rota surgían los cilindros aterciopelados del gordolobo, las cúpulas de las campánulas, manojos de arabeta, matas de quelidonia dorada y las mortíferas flores del beleño.

Para esto se construiría una máquina singular, donde el vapor, comprimido y dilatado alternativamente dentro de dos cilindros, pusiera en movimiento unas ruedas... pues...». El oficial no quiso oír más; y aunque no tenía puesto en el buque, ni estaba de servicio, por ser de los recogidos, fue a ayudar a sus compañeros, bastante atareados con el creciente temporal.

Sonó en ese instante la campana de partida; se oyó en toda dirección despedidas en voz alta; la máquina contestó: ¡lista! con su ronco silbato y en seguida resoplaron los cilindros y las bielas iniciaron el movimiento propulsor de las ruedas y el tren, pesado y largo, empezó su suave deslizamiento... ¡Adiós, adiós, Rufino! exclamaron los viajeros asomados a las ventanillas del coche. ¡Adiós!

A ambos lados, sostenidos por una faja elástica, había en línea como una docena de cilindros de papel blanco, estrechos y prolongados, cuyo interior estaba lleno de una hierba obscura. Estos cilindros tenían recubierto el papel en su parte inferior con un zócalo de oro.

Varios hombres de fuerza, con la inconsciencia propia, de su brutalidad, tiraron de una de las fajas de goma que estaba casi desprendida de la pared de plata. Inmediatamente seis de los cilindros de papel vinieron al suelo, partiéndose sobre las espaldas de los atrevidos que habían provocado el accidente, y al partirse esparcieron densas nubes de polvo rojo y picante.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando