Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de junio de 2025
Lerma atravesó otras dos salas, en las cuales los oficiales se levantaron con el mismo respeto que los de la primera, llegó á una puertecilla, sacó una llave, abrió la puerta, entró y cerró.
A las tres de la tarde, tuvieron por el sud-oeste el cerro del rio de Santa Cruz, que es una punta de tierra alta, toda árida, con un mogote alto á la punta. A las cinco estuvieron este-oeste, con dicho cerro, en catorce brazas de fondo de cascajo, á poco mas de dos millas de la tierra.
Se ocupaban en la labranza, y lo que mas sembraban era ají, de que hacian un vasto comercio con sus vecinos. Acostumbran tener un sentinela en un cerro inmediato para impedir el paso á los extraños; poniendo todo su cuidado en ocultar su paradero, y en mantenerse en un completo aislamiento.
Matas diversas adornan las casas, y los altares parece que reverdecen y se cubren de vegetación. En las calles, en los campos, en el cerro, en la cabaña, en el monte, no se encuentra un medio bastante expresivo para declarar la alegría que inunda el mundo, y en vez de poner flores, encienden hogueras. Rosas y llamas saludan al enviado de Dios.
33 Entrando él [entonces], cerró la puerta sobre ambos, y oró al SE
¡Mentís! exclamó el duque, que delante de doña Ana no quería rendirse, por decirlo así, á lo tremendo de su situación; no quería confesarla. Su hijo lo adivinó. ¿Qué haces tú ahí? dijo á doña Ana ; ¿no ves que su excelencia y yo tenemos que entendernos? Vete. Doña Ana se levantó y salió doblegada, cabizbaja, llorando. El duque de Uceda cerró las puertas.
Estos señores buscan á Jenny Hawkins para una herencia. Campistrón adoptó la actitud de Hipócrates rehusando los presentes de Artajerjes. Cerró los ojos, volvió la cabeza y extendió los brazos, como si la herencia fuese para él, y respondió en el registro grave: ¡Esperaba no oir hablar más de aquella ingrata! ¿Ven ustedes, señores? ¿Qué es lo que yo les decía?
Abrió el balcón de un puñetazo y el aire frío y húmedo le trajo la idea lejana de la realidad, y oyó la tos discreta de Petra, que aguardaba allí, detrás, clavándole los ojos en la nuca. Cerró el balcón don Fermín, volviose y miró con ojos de idiota a la rubia que enjugaba lágrimas villanas. «¿No necesitaba un instrumento para luchar, para hacer daño? Aquel era el único que tenía».
CHIRINOS. La cosa que hay en contrario es, que si no se nos paga primero nuestro trabajo, así verán las figuras como por el cerro de Ubeda. ¿Y vuesas mercedes, señores Justicias, tienen conciencia y alma en esos cuerpos?
Adiós, adiós, dormir bien dijo Ana, detrás de las vidrieras; y cerró las contraventanas de golpe y corrió el pestillo. Como la romería de San Pedro hubo muchas durante el mes de julio por los alrededores del Vivero. A casi todas asistieron los Marqueses y sus amigos.
Palabra del Dia
Otros Mirando