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bien que tendré muchos contradictores, y que es hoy moda entre nosotros calificar de curiosidades á los poemas de Calderón y de Lope, y, sin negarles algún valor, se juzgan, no obstante, sin condiciones á propósito para servir en nuestros días.

No se da apenas sujeto que, al calificar a alguien de cursi, haga más que pagarle, porque es seguro que los calificados por él le califican a boca llena de lo mismo. ¿Será esto porque la cursería es una cualidad indeterminada y confusa? Yo creo que no, pues he notado que sucede lo propio con otras cualidades harto determinadas.

Nos atrevemos á calificar con este nombre el arte árabe del primer período porque su ornamentacion nos parece de casta todavía mas pura que la vulgarmente llamada bizantina. Hay en Córdoba capiteles del tiempo de Abde-r-rahman III y de Al-hakem II, en que se ve mas que el mero reflejo la verdadera resurreccion del gusto helénico.

Después de algunas frases que entre ambos mediaron, Arturito empezó a dar sentidas quejas de recibimiento tan frío. Ella entonces, con el incontrastable imperio que tenía sobre él, le cortó la palabra, y sobre poco más o menos, pronunció las siguientes, que casi podemos calificar de discurso: Días ha, mi querido Arturito, que tengo la conciencia muy escrupulosa y atribulada.

Conozco muy bien al distinguido bibliotecario, y aunque le considero con facultades para obstruir cualquier pasillo, no creo que jamás haya puesto sus felices condiciones físicas al servicio de una tan flagrante injusticia. De todas suertes, es bueno, sin embargo, dejar apuntado que he visto a algunos académicos calificar su legítima influencia en la Corporación de «funesta e insufrible tiranía».

Los horrores de la Revolución francesa van a ser sainetes en comparación de las tragedias que aquí tendremos». Otra maña del mozalbete traía muy quemado a D. Francisco, y era que empezaba a dañar su espíritu el maleficio de una perversa doctrina titulada krausista. Bringas la había oído calificar de pestilente a un sabio capellán amigo suyo.

En resolución, yo me atrevo a calificar al Sr. Ortiz de Pinedo de buen pintor de costumbres, aunque me alegraría de que mostrase menos amarga predilección por la pintora de las malas, y de que pusiese menos color negro, menos sombras y más luz, y más tintas de rosa y de azul de cielo en su paleta.

Pero más desdichados y dignos de lástima por su desvergüenza son los críticos que, por vanidad nacional ó por estúpida y supersticiosa adoración á los preceptos de Boileau, no han temido calificar de reformas más perfectas de los originales á estos engendros, dignos del más absoluto desprecio.

Don Cayetano podía oírlo todo, pero doña Anuncia hubiera preferido metáforas y perífrasis. «El desarrollo contenido», «la crítica y misteriosa metamorfosis», «la crisálida que se rompe», todo eso estaba bien; pero el médico añadía unos detalles que doña Anuncia no vacilaba en calificar de groseros. «¡Qué gentes trataba mi hermanodecía poniendo los ojos en blanco.

Muy acertado estuvo Bouterwek al calificar la comedia Rubena de novela dramática, atendiendo al somero enlace de sus escenas: en la parte primera de esta pieza, como ya dijimos, se describe la apurada situación de Rubena, hija de un prior, seducida por un joven clérigo, y que, por evitar la cólera de su padre, se decide á parir al aire libre.