Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de julio de 2025


Acerca, de ese regocijo y de esa pompa, algo se pudiera decir. ¡Qué calamidad la del pueblo francés! Adorar hoy para quemar mañana; quemar ayer para adorar hoy. Pero estamos en la capilla de San Gerónimo, en lo que fué tumba de un cautivo, un cautivo que ese pueblo adora, y ante la sagrada veneracion que un pueblo profesa á un gran cadáver, debo callar.

Romper, romper para siempre toda clase de relaciones con esa calamidad es lo que importa manifestó la Delfina inquietísima, dando vueltas en el lecho . Que no la veas más, que ni siquiera la saludes si te la encuentras por la calle... ¡Oh, qué mujer!, es mi pesadilla. Da por hecho el rompimiento, pero definitivo, absoluto. Lo deseo tanto como ; me lo puedes creer.

La hormiga colorada y las ratas, en cambio son muy abundantes, siendo verdaderos enemigos de los productos del suelo; á pesar de esto no se crean las extravagancias y exageraciones que respecto á las ratas de Marianas se cuentan, pues la abundancia á que aludimos podrá ser un mal, mas no una calamidad de las proporciones dadas por algunos.

La conocí mucho, mucho. ¡Como que casi tuve un lance con el Juan Lanas de su marido! No sabía yo que se había ya muerto el marqués del Algarrobo. ¡Bien viejo ha ido al hoyo! ¡Como que era contemporáneo de los espolines de Pizarro! ¡Pucha! Aquí está un patriota abnegado, de esos que dan el ala para comerse la pechuga y que saben sacar provecho de toda calamidad pública.

¿Cómo no adorar a Adela? Era la verdad entre la mentira, el candor entre la malicia, decía mi amigo al verla en el gran mundo; era el cielo en la tierra. Los padres no deseaban otra cosa: era un partido brillante, la boda era para entrambos una especulación; de suerte que lo que sin razón de estado no hubiera pasado de ser un amor, una calamidad, pasó a ser un matrimonio.

No hay peor calamidad que ser amigo de coleccionistas». Estupiñá, que en aquella temporada frecuentaba el trato de Moreno, por haberle este confiado la administración de su casa de la Cava, se presentó dispuesto a llevarle todo el contenido de las tiendas de Madrid para que escogiese.

Al fin, tan inaguantable era esta hostilidad, que el Almirante reembarcó a Méndez con su gente e hizo velas sin haber puesto el pie en tierra firme. Luego sobrevenía la más penosa y difícil de las aventuras de Colón. La «broma», temida calamidad de los mares tropicales, consumía la madera de los navíos.

Por fin, á los últimos de Diciembre, llegó más muerto que vivo por los muchos trabajos, fatigas y molestias que sufrió, á las tierras tan deseadas de los Piñocas. Pero en medio de tanta calamidad fué de grande consuelo y alegría á aquellos bárbaros ver en sus países un ministro de nuestra santa fe.

Inferiremos de lo dicho, que los escritores ú oradores dotados de grandes cualidades para interesar y seducir, son una verdadera calamidad pública, cuando las emplean en defensa del error. ¿Qué importa el brillo, si solo sirve á deslumbrar y perder?

Propiamente hablando, es la ciencia. He dicho algo á mi compañera sobre lo bueno que seria á ciertos hombres el poderse mantener con la virtud espiritual del pensamiento; el vivir de una manera infusa, por revelacion, pero mi compañera me responde que en vano doy que hacer á mi fantasía, porque no hay más medio que resignarse á la calamidad de comer.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando