United States or Djibouti ? Vote for the TOP Country of the Week !


Las manos que me habían aprisionado apretábanme con dedos de acero en la garganta y brazo, y tan repentino fue el ataque, que al principio creí que era una broma de Reginaldo, pues era éste muy amigo de chanzas cuando estaba de buen humor. ¡Dios mío! le gritar un segundo después, al iluminar la oscilante luz de la linterna el rostro de mi asaltante. ¡Es Dawson!

Instintivamente volví los ojos hacia la puerta. Entonces soltó una carcajada Neluco, y comprendí que no sabía yo llevar la broma con la frescura que el caso requería.

Cosas de poca importancia, pero dichas en confianza. ¿No tiene usted bastante confianza en para decírmelas? La muchacha bajó la cabeza sin responder. Estaba tan linda con aquel aspecto de confusión juvenil y sincera, que quise divertirme en continuar la broma. ¿No sabe usted que me intereso mucho por su persona, por sus ideas, por sus sentimientos?...

¿Pero usted es el marido de doña Blanca? le dijo al fin, como expresando cierta vacilación. Vamos a ver, ¿cuál de los dos será?... le contestó mi tío señalándome y señalándose. Será ese mozo replicó la mujer, y como yo le dijera que no, permaneció sonriendo, con la desconfianza propia de una persona a quien la quieren hacer víctima de una broma.

Benigna de Casia... de Casia, , señor, de donde viene la broma de que es parienta de Santa Rita».

¡Capitán! exclamaron algunos de los oficiales al verle dirigirse hacia la estatua como fuera de , extraviada la vista y con pasos inseguros... ¿qué locura vais á hacer? ¡Basta de broma y dejad en paz á los muertos!

, Carlos, si atiendo a tu mérito más que a tu sueño, debes, a despecho de los obstáculos, a pesar de tu nacimiento, hacer tu camino en el mundo, y llegar a los puestos más elevados. »Tanto mejor para ti dijo en tono de broma Carlos, dando en la espalda de Teobaldo con aire de protección. »¡Oh! ¡Yo prosiguió Teobaldo tengo el presentimiento de que seré siempre miserable!

Jacobo iba también comprendiendo, y desde luego pensó que nadie que no fuera Diógenes era capaz, ni en Madrid ni en todo el mundo, de dar una broma tan constante a aquel pobre majadero, para lo cual se necesitaba paciencia a toda prueba, relaciones muy extensas y medios de comunicación difíciles y complicados. Con verdadero asombro, preguntóle entonces: ¿Pero de veras no te ha faltado ningún día?

Algo alarmado, parose pensando en el aguardiente que había escondido prudentemente. Esto no suena a aguardiente dijo el jugador. Sin embargo, hasta que a través del temporal vio la fogata y en torno de ella el grupo, no se convenció de que todo ello era una broma de buen género.

Este, vuelto á las buenas y revistiéndose de gravedad, manifestó que todo era una broma y que nadie sabía mejor que él que su sobrino era gaditano por los cuatro costados. Luego, dirigiéndose á éste, comenzó á darle satisfacciones. Pero, hijo, ¡quién no ha de reconocer tus buenas cualidades!