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Actualizado: 28 de mayo de 2025
La fatalidad hace que no pueda subir por el cañón, habiendo sido tan fácil la bajada; y mientras forcejea trabajosamente para ascender, resbala y cae al sótano, y de allí, sin saber cómo, á un sumidero, yendo á parar á la alcantarilla, donde se ahoga como una rata. La ronda le encuentra al día siguiente, y le llevan, en los carros de la basura, al cementerio.
Los robustos arcos que la sostienen descansan en columnas de fustes y capiteles desiguales, romanos unos, árabes otros. La pintura de la bóveda, casi del todo destruida, representaba la bajada del Espíritu Santo en lenguas de fuego.
La credulidad morisca, pintoresca e imaginativa como la de los griegos, supuso que andaban encantados por las cuevas que se abrían por las paredes de aquellos abismos, cuya subida o bajada, siendo inaccesibles, daban mano por este mismo misterio a mil cuentos y supersticiones, y muchos afirmaron haberlos visto suspendidos en medio de aquellos tajos.
D. Salvador ensilló de nuevo su mula y se puso en marcha sin demora. Desde entonces, jamás hace esfuerzos por alcanzar a los viajeros que le preceden en las rutas de la tierra. Aguas abajo. Colón El álbum de Consuelo. Una ruda jornada. Los patitos del sabanero. El "Confianza". La bajada del Magdalena. Otra vez los cuadros soberbios. Los caimanes. Las tardes. La música en la noche. En Barranquilla.
Se dispuso la marcha de madrugada, y fué grande el trabajo que nos dió la carretilla para pasarla por dicho arroyo, por ser pantanoso y barrancoso; de suerte que fué preciso con los sables y lanzas cavar alguna cosa para hacer bajada, pasando las municiones á pié, y poniendo en la carretillas 20 hombres á caballo, que con lazos á la cincha la fuesen deteniendo por lo perpendicular de dicha bajada.
Y él, en medio de su debilidad, latentes las sienes por el zumbido cerebral que acompaña al desvanecimiento, hacía esfuerzos para concentrar sus energías en las piernas, avanzando paso tras paso, con el temor de quedarse para siempre en el camino. ¡Qué interminable la bajada a Can Mallorquí!
Llegado al valle felizmente, aunque un poco dolorido de cintura yo, por el continuo esfuerzo hecho con ella para conservar el cuerpo en la vertical, sobre la línea del caballo, paralela al suelo, supe que el pueblo columbrado por mí durante la bajada por los claros de la espesa columnata de troncos, era Robacío.
La bajada era peligrosa por lo inclinado de la pendiente y lo rápido de las vueltas, y los seis caballos del tiro hincaban con fuerza los cascos delanteros, inclinaban hasta los pechos las airosas cabezas, henchían con ahínco los poderosos ijares y aparecía el sudor bajo los brillantes arneses en forma de espuma blanca.
Luego es un absurdo el decir que todas las religiones son verdaderas. Ademas, toda religion se dice bajada del cielo: la que lo sea, será la verdadera, las restantes no serán otra cosa que ilusion ó impostura. Es imposible que todas las religiones sean igualmente agradables á Dios.
Don Víctor salió de la huerta y atravesando prados, pumaradas y tierras de maíz, buscó entre las casuchas vecinas la bajada al río Soto, y por su orilla el lugar más a propósito para sentar sus reales y pescar, en cuanto volviese Anselmo con los trastos necesarios.
Palabra del Dia
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