Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 31 de mayo de 2025


Allí se predica, se confiesa y se administra justicia en bicol y nada más que en bicol, y dicho esto, huelgan todos los comentarios y las amargas reflexiones que tales hechos surgen en la mente. ¡Desconsuelo y no poco produce el ver que al pié de una bandera se congregan miles y miles de seres, y que estos no sepan saludarla en la lengua que personifica y encarna!...

Las mias han multiplicado mis dias y mis noches al infinito; los han hecho innumerables como los granos de arena de una costa, y los han convertido en un desierto arido y helado alque vienen a espirar las olas que al retirarse no dejan sino cadaveres, escombros de las rocas y algunas yerbas amargas. iAy! ha perdido el juicio, pero yo no debo abandonarle.

De Octavio Rodríguez á la condesa de Trevia. SERÁ forzoso, pues, que sucumba? ¿El cáliz de la vida habrá agotado para su licor dulce y chispeante? ¿No he de apurar ya más que sus heces amargas?

Prorumpió en amargas quejas contra el hombre de estado; vertió lágrimas; se lamentó amargamente de que hubieran negado á su marido un cargo á que podia aspirar por su cuna, y de que le hacian acreedor sus heridas y servicios; y habló con tanta energía, se quejó con tal gracia, desvaneció con tal maña los reparos, con tal eloqüencia esforzó sus razones, que no salió del gabinete hasta haber conseguido la fortuna de su marido.

Pausas, grandes pausas, notas largas, estertores musicales, lloriqueos de almas rotas, fusión de cosas amargas, y entre el lloro de las notas lamentables y solemnes, melancólicas y graves, un olor a flores mustias, un vuelo de negras aves cantando en el aire gélido la canción de las angustias. Pausas, grandes pausas.

En este ambiente de curiosidad distraía la penosa espera hasta la hora de ir a la plaza. ¡Qué tiempo tan largo! Estas horas de incertidumbre, en las que vagos temores parecían emerger del fondo de su ánimo, haciéndole dudar de mismo, eran las más amargas de la profesión.

Luego, en la tierra, colocado entre las amargas olas de los mares y las punzantes malezas de los campos, el hombre, sintiendo siempre sobre la cabeza el perdurable martirio de la duda, y bajo sus pies un erial rebelde al trabajo, manchado y envilecido por el primer pecado.

Si Mauricio no acudía; ¿cómo conseguir reunirse con él? ¿Quién los aproximaría? ¿Quién disiparía todos aquellos errores interesados? ¿Cómo caerían los obstáculos acumulados por voluntades hostiles? Una gran tristeza se apoderó de ella y rodaron sobre su cara gruesas lágrimas, lentas y amargas. Era cerca de media noche cuando subieron Clementina y Bobart.

Y cuando no los subyugaba ni los rendía el influjo encantador de la aventurera italiana, acudían en tropel a atormentarlos mil amargas cavilaciones que le herían y emponzoñaban el alma y sacaban a su rostro el color rojo de la vergüenza. ¿Qué héroe de tan ruin condición era él cuando tal dama llevaba consigo?

Como quiera que fuese, o ya por dolor de que no cupiera en lo probable tan raro milagro, o ya por fervor religioso que suavizaba sus amargas penas, el P. Enrique vertió dos lágrimas que bajaron con lentitud por sus mejillas descarnadas.

Palabra del Dia

aconséjele

Otros Mirando