United States or Colombia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cuando la casa solariega fue secuestrada, mi madre se retiró a la pequeña en compañía de una o dos mujeres. Otro poderoso atractivo la seducía. Precisamente frente a las ventanas de la otra parte de la oscura callejuela estrecha y silenciosa, se alzaban y alzan todavía los elevados y sombríos muros aspillerados por algunas ventanas de un convento de monjas Ursulinas.

Palabras irreparables se alzaban entre los dos como un obstáculo que había de ensancharse por momentos, impeliéndoles en opuestas direcciones. ¿Para qué prolongar la entrevista dolorosa?... Margarita mostró la resolución pronta y enérgica de toda mujer cuando desea cortar una escena: «¡AdiósSu rostro había tomado una palidez amarillenta, sus pupilas estaban mortecinas, humosas, como los vidrios de una linterna cuya luz se apaga. «¡AdiósDebía volver al lado de su herido.

A un lado y a otro, se extendía la risueña campiña de Sarrió, limitada por dos o tres términos de suaves colinas. Más lejos, descubríase la negra crestería de las montañas de Narcín, que se alzaban sobre el valle de Lancia, cubierto aún por la niebla.

Creía que con hacer una genuflexión cuando alzaban, arrodillarse sobre el pañuelo y garabatearse en el pecho y la frente la señal de la cruz, bastaba. Para eso valía más ser protestante. En todo el tiempo que llevaba de casada no le había visto acercarse ni una sola vez al tribunal de la penitencia.

A la entrada de la verja, sobre sendas columnas de mármol gris, dos niños de bronce alzaban sus bracitos gordezuelos para sostener una bomba de cristal mate, que protegía un mechero de gas.

El cielo de aquella región casi nunca estaba sereno: a la mañana y a la tarde, en toda época del año, el suelo se cubría de neblinas que, lamiendo las vertientes y los altos, se alzaban poco a poco hasta formar nubes que, apoyándose en las crestas de la sierra, tendían el vuelo por los aires, confundiéndose, hacia el confín del horizonte, con otras nubes que venían de montes más lejanos.

19 Así Hemán, Asaf, y Etán, que eran cantores, alzaban su voz con címbalos de bronce. 20 Y Zacarías, Jaaziel, Semiramot, Jehiel, Uni, Eliab, Maasías, y Benaía, con salterios sobre Alamot. 22 Y Quenanías, príncipe de los levitas en la profecía, porque él presidía en la profecía, porque era entendido.

Ante él alzaban sus pesadas moles cilíndricas las dos torres de la puerta de Cuarte, con la rojiza costra acribillada por los profundos agujeros de las granadas francesas y las de las insurrecciones republicanas. Contemplaba fijamente los tragaluces angostos y enrejados de los calabozos donde estaban los presos militares.

Pateta era madrileño, legítimo descendiente de aquellos liberales que cuando niños rodeaban en apretada turba las charangas militares para oír el Himno de Riego, y que de hombres alzaban barricadas contra la tropa, fraternizando con ella después de batirse unos y otros como fieras.

A las tres y media Federico se alzó sobre sus estribos y lanzó una exclamación. Al través de rasgadas nubes brillaban las estrellas, y frente a él, más allá de la llanura, se alzaban dos agujas, dos astas de banderas y una silueta de objetos negros escalonados. Federico sacudió sus espuelas y blandió su riata.