Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de mayo de 2025
Llevola tan sólo una vez a la corte para no poner en peligro su propósito, y trató de alejar a los hermanos San Vicente, cuya familiaridad debía inspirar a Ramiro perpetua desconfianza. Para esto ordenó a doña Alvarez que, así como Gonzalo o Pedro se presentasen de visita, estando él ausente, les hiciera decir que Beatriz no podía recibirles mientras su padre no regresara de la corte.
Todo hace suponer que la lucha que ruge sordamente en los distintos grupos sociales entre el precepto religioso y los ideales laicos ha de acentuarse cada vez más. Ni siquiera, pues, puede con justicia tachársele a Álvarez de inactual.
Múltiples actividades distraen y preocupan su existencia. Militar primero y esto es lo más asombroso tratándose de Álvarez, abogado, periodista, juez, escritor, diputado, profesor universitario después.
A poco se ve á Pedro Alvarez en un desierto, escapado de la prisión, que ha perdido el camino y cae en tierra sin aliento. Invoca á la Santísima Virgen y se presenta un león, que se pone á su lado y luego prosigue delante su camino, sirviéndole de guía. A la conclusión se anuncia la llegada de Fr.
En Burgos, en casa de Felipe de Junta, año de 1571. Una comedia de Agustín de Rojas, El natural desdichado, escrita de puño y letra del autor, existía en poder del Sr. D. Agustín Durán. Los datos más seguros acerca de su vida se encuentran en sus propios escritos. Véase además Los hijos de Madrid ilustres en santidad, dignidades, armas, ciencias y artes. Su autor D. Josef Antonio Alvarez y Baena.
A lo largo de la calleja del Tostado llegaba un grupo de gente. Instantes después, el mancebo se halló sorprendido por Beatriz y doña Alvarez. Una y otra venían en sillas de manos. El negro manto de la doncella estaba cubierto de arena blanquizca y su tez descolorida por el polvo; las pestañas, cenicientas; los cabellos resecos y como canosos.
Y en medio á sus fusiles Y bayonetas viles Su caballo dejó. En el parte de la batalla de don Cristóbal se leen las siguientes palabras: «El valiente coronel don Zacarías Álvarez dejó su caballo muerto sobre las bayonetas enemigas.» Cito de memoria. Cascadas del Niágara y Tequendama.
En dicha fachada había dos excelentes bustos de Carlos IV y de María Luisa, ejecutados por uno de los más insignes entre los varios grandes escultores españoles que han llevado el apellido Álvarez.
Empezaron pláticas de guerra; menudeábanse los juramentos; murieron de brindis a brindis, veinte o treinta sin confesión; recetáronsele al asistente mil puñaladas; tratóse de la buena memoria de Domingo Tiznado y Gayón, derramóse vino en cantidad al ánima de Escamilla; los que las cogieron tristes lloraron tiernamente al mal logrado Alonso Álvarez.
Leocadia, tomando un gran buche de agua de olor, afinó entre sus dientes un chorro continuo, y, girando en torno, rociolo con maestría, desde el ruedo de la saya hasta la almidonada gorguera. Una esclava vino a anunciar que las sillas de manos esperaban en el recibimiento. Llamen a Alvarez exclamó Beatriz. Un instante después llegaba la dueña con mucho rumor de cuentas y gorgoranes.
Palabra del Dia
Otros Mirando