Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de julio de 2025


¿Veis á ese hombre á quién miran con desvío ó indiferencia sus antiguos amigos, á quien profesan odio sus allegados, y que no encuentra en la sociedad quien se interese por él?

Más adelante, cuando el nieto pudo hablar sueltamente, se entretuvo conversando con él horas enteras á la sombra de los eucaliptos. Empezaba á marcarse en el viejo cierta decadencia mental. Aún no chocheaba, pero su agresividad iba tomando un carácter pueril. Hasta en las mayores expansiones de cariño se valía de la contradicción, buscando molestar á sus allegados.

También me hirieron en las guerras del otro mundo, y sin embargo, aquí me tienes cargado de años. Los sucesos se encargaban de robustecer su fe ciega. Llovían desgracias en torno de la familia, entristeciendo á sus allegados, y ni una sola rozaba al intrépido subteniente, que insistía en sus hazañas con un desenfado heroico de mosquetero. Doña Luisa recibió una carta de Alemania.

Después de numerosas peticiones al municipio de la capital y de no menos entrevistas con los personajes allegados al gobierno, consiguió Flimnap ver aceptado el programa de diversiones que había ido formando para recreo de su amigo el gigante. Una noche guió al Gentleman-Montaña hasta una colina desde cuya cumbre se podían contemplar verticalmente dos grandes avenidas de la capital.

Y así, las primeras buenas nuevas que tuvo el mundo y tuvieron los hombres fueron las que dieron los ángeles la noche que fue nuestro día, cuando cantaron en los aires: ''Gloria sea en las alturas, y paz en la tierra, a los hombres de buena voluntad''; y a la salutación que el mejor maestro de la tierra y del cielo enseñó a sus allegados y favoridos, fue decirles que cuando entrasen en alguna casa, dijesen: ''Paz sea en esta casa''; y otras muchas veces les dijo: ''Mi paz os doy, mi paz os dejo: paz sea con vosotros'', bien como joya y prenda dada y dejada de tal mano; joya que sin ella, en la tierra ni en el cielo puede haber bien alguno.

Pues á recoger los últimos restos de una pobre mujer que buscó en el suicidio el olvido á un amor desgraciado. No sería del país, replicó uno. Del país, y muy del país; tanto que no cuento detalles, porque no lejos de aquí viven parientes muy allegados de aquella desgraciada joven. ¡Vaya unas pruebas! añadió un tercero. ¿No ha satisfecho? ¿No? pues escuchen.

A Jacinta y a Juan no les había hablado nunca; pero a D. Baldomero y algo a Barbarita. Trataba al gordo Arnaiz, y a otros muy allegados a la familia, como el marqués de Casa-Muñoz y Villalonga; y el mismo Plácido Estupiñá no era un desconocido para él.

Por eso se despidió de todos sus amigos y allegados para el Mediodía, y no faltaron periódicos que anunciasen, con esa perspicacia y exactitud que les son peculiares, su feliz llegada «á la ciudad de los Califas».

Le cohibía la proximidad de los allegados de Leonora; le intimidaba el aire superficial y burlón con que ella recibía sus visitas; la ironía con que le desconcertaba apenas apuntaba él una frase de amor. Pero allí, en medio del camino, era otra cosa; se sentía libre, quería vaciar su corazón. ¡Qué tormentos!

En las viñas, el cuidado de las cepas se hacía por los capataces y los braceros más allegados al dueño, arrostrando la indignación de los huelguistas, que les tachaban de traidores, amenazándolos con venganzas colectivas. La gente rica, a pesar de sus arrogancias, revelaba cierto miedo.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando