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Actualizado: 11 de julio de 2025


Vestía de labrador; pero el modo de llevar el pañuelo anudado á la cabeza, sus pantalones de pana y otros detalles de su traje, delataban que no era de la huerta, donde el adorno personal ha ido poco á poco contaminándose del gusto de la ciudad. Era labrador de algún pueblo lejano: tal vez venía del riñón de la provincia.

Estaba amueblado con lujo de gusto dudoso. En vez del sello que imprime cualquier persona, si no es enteramente vulgar, al decorado y adorno de sus habitaciones, observábase la mano del mueblista que cumple el encargo que le han dado, según el patrón corriente. Las puertas de madera del balcón estaban abiertas. La luz penetraba por un transparente que representaba un paisaje de color de chocolate.

Este levantó algún tanto más el adorno de las comedias, y mudó el costal de vestidos en cofres y en baúles: sacó la música, que antes cantaba detrás de la manta, al teatro público; quitó las barbas de los farsantes, que hasta entonces ninguno representaba sin barba postiza; y hizo que todos representasen á cureña rasa, si no era los que habían de representar los viejos ú otras figuras que pidiesen mudanza de rostro; inventó tramoyas, nubes, truenos y relámpagos, desafíos y batallas

Y en cuanto al pretendiente, dijo lo mismo. Y repreguntando por el oficio de pintor dijo, que en todo el tiempo que le ha conocido, ni antes sabe, ni ha oído decir que lo ha tenido por oficio, ni tenido tienda, ni aparador, ni vendido pinturas; que sólo lo ha ejecutado por gusto suyo y obediencia de S. M., para adorno de su Real Palacio, donde tiene oficios honrosos, como son el de Aposentador mayor y Ayuda de Cámara, y que esto es la verdad por el juramento que tiene hecho.

Excepto la pequeña suma que dedicaba Ester al adorno de su hija, el resto lo empleaba en obras de caridad, en infelices menos desgraciados que ella, y que con frecuencia insultaban la mano que los socorría. Mucha parte del tiempo que hubiera podido aplicar á labores más productivos, la pasaba haciendo vestidos de estofas groseras para los pobres.

Las escapatorias y las mentiras inocentes causan en los corazones que ambicionan conservarse puros una mortificación igual a la que causan a un gran pintor los toques falsos que sólo su ojo sabe descubrir. Pero son tan livianos como un simple adorno una vez que los actos se han vuelto mentirosos.

Todos ayudaban a la grande obra de la limpieza y buena distribución de los muebles, al adorno y arreglo de la casa, que estaba primorosa. No faltaba en ella más que una cosa, el amo. Esperábanle cada semana, cada día, cada hora. Se habían recibido cartas suyas.

En el hueco del fruto, encuentra alimento y bebida; en la cáscara que lo envuelve, herramientas, utensilios de todo uso y objetos de adorno; en la palma que lo embellece, cubiertas para sus casas, cuerdas y tejidos; en el pono que lo sostiene, batangas, pilares y empalizadas; en la savia que le da vida, medicinas, colores, resinas y bebidas espirituosas, y por último, en las materias fibrosas de su bonote, tejidos y cuerdas de gran consistencia.

Se sirve en una fuente con una servilleta, intercalando como adorno ramitas de perejil o berro; este frito es exquisito poniendo en vez de trocitos de sesos un trocito de pechuga de gallina o de pollo.

Se creía tan por encima de sus primas en esto, que cuando se trataba de prendas de vestir, de la elección de un color, flores o adorno cualquiera, la de Rufete manifestaba a las de Relimpio un desdén compasivo. «Estas pobres cursis decía para de despepitan por imitarme, y no pueden conseguirlo». Algo de verdad había en esto. Isidora tenía una maestría singular y no aprendida para arreglarse.

Palabra del Dia

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