Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de junio de 2025
Ferragut iba avanzando entre las dos filas de estanques verticales del Acuario, escaparates de rocas con un grueso vidrio que dejaba á la vista todo su interior. Estos dos muros claros y luminosos, que recibían el fuego del sol por su parte alta, esparcían un reflejo verde en la penumbra de los corredores.
Sintió él que se anudaban como tentáculos irresistibles en torno de su cuello los brazos soberanos, y que una boca dominadora se apoderaba de la suya lo mismo que en el Acuario... Y rodó bajo esta caricia de fiera, con el pensamiento perdido, olvidándose del resto del mundo, descendiendo y descendiendo por un mar de sensaciones nuevas, como un náufrago satisfecho de su suerte... Pero esta vez llegó al fondo.
Allí vino al mundo Ramiro, un 21 de diciembre, día de Santo Tomás, el año de 1570, bajo la constelación de Saturno y los signos de Acuario y Capricornio.
Cuando el capitán llegaba al final de las cuatro galerías del Acuario sin haber visto mas que animales marítimos detrás de los vidrios luminosos y personas indiferentes y escasas en la verde penumbra, sentía el desaliento de una jornada perdida. ¡Ya no vendrá!...
La signora Talberg burlaba todas sus astucias, procurando mantener ocultas las señas de sus amigos. El capitán, á la mañana siguiente, hacía como de costumbre su guardia en el paseo, al pie del blanco Virgilio. Todo inútil. Pasadas las diez se introducía en el Acuario animado por una vaga esperanza. Tal vez venga hoy...
Y ella, á su vez, le besó á él, pero con un beso triste, ligero, desmayado, que en nada recordaba la histérica caricia del Acuario. Su voz, que parecía venir de muy lejos, fué repitiendo lo que le había aconsejado en la trattoria. Váyase, Ulises, no me vea más. Se lo digo por su bien... Yo traigo desgracia. Lamentaría que maldijese el momento en que me conoció.
En la parte superior de estas jaulas acuáticas, la atmósfera luminosa se estremecía bajo un chorro continuo de polvo transparente. Era agua de mar con aire inyectado, que renovaba las condiciones de existencia de los huéspedes del Acuario. Viendo el capitán estas mangas vivificantes, admiró la fuerza nutridora del agua azul sobre la que había transcurrido casi toda su existencia.
Era un dulce entretenimiento para las semanas que había de pasar en Nápoles; pero ¿qué hacer, si ella le fatigaba de un modo insufrible?... Todo acabó dijo otra vez, cerrando los puños. Y á la mañana siguiente aguardaba fuera del hotel, como los otros días. Luego iba al paseo; después entraba en el Acuario, con la esperanza de verla ante el estanque de los pulpos.
Al dar sus primeros pasos en el Acuario, se imaginaba inmediatamente la marina profundidad, con las divisiones desiguales en que la ha fraccionado la exploración. Junto á las orillas la zona llamada litoral, donde desembocan los ríos, se amontonan las substancias nutridoras al impulso de mareas y corrientes y crecen las vegetaciones subacuáticas.
Sólo quedaban cuatro horas para la salida del buque; y Ulises, después de recoger sus maletas y enviarlas á bordo, dió un último paseo por todos los lugares donde había vivido con Freya. ¡Adiós, jardines de la Villa Nazionale y blanco Acuario!... ¡Adiós, albergo!... La inexplicable presencia de su hijo en Nápoles había amortiguado el disgusto por la fuga de la alemana.
Palabra del Dia
Otros Mirando