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Permanecía en la roca, sintiendo una sorda irritación contra la fatalidad, sublevándose con toda la rudeza de su carácter ante la tiranía del pasado. ¿Y por qué habían de mandar los muertos?... ¿Por qué obscurecían el ambiente con las partículas de su alma, semejantes a un polvo de huesos, que se posaban en el cerebro de los vivos imponiéndoles viejas ideas?...

Así, pues, no se sorprendieron de encontrarla allí, creyendo que únicamente la casualidad la había llevado a aquel sitio; pero su presencia durante la escena que se preparaba iba a dar a ésta un carácter trágico que impresionó vivamente a los dos, imponiéndoles al propio tiempo un disimulo de fisonomía y de lenguaje que en momentos semejantes era tan penoso como necesario.

El antiguo partidario de la monarquía absoluta prefería á los individuos: un hombre que pensase por los demás, imponiéndoles sus órdenes. Y á las pocas palabras, su entusiasmo por la democracia americana lo recogía para depositarlo reconcentrado sobre la cabeza de Wilson. ¡El primer hombre del mundo!

La orden para que saliese de aquella casa que ya no era suya se la dio un sobrino de la señora, al que ésta había odiado por su carácter egoísta y por varios engaños en asuntos de dinero. Acaudillaba a todos los parientes, imponiéndoles miedo y respeto. Maltrana escuchó en silencio la sonora arenga del importante personaje. Nada le quedaba que hacer en una casa que no era la suya.

Imponiéndoles el amor a Dios, a sus ministros y a sus partidarios y el odio a sus enemigos, era una fuente de bondad y de maldad a la vez, y, naturalmente más eficaz en lo segundo que en lo primero, perfeccionó los métodos y los instrumentos de martirio, creó el purgatorio y el infierno para torturar a los muertos y afligir a los vivos, y derramó a torrentes la sangre judía, la mahometana y la cristiana también, por meras diferencias en la interpretación de los textos o en la práctica de los ritos sagrados.

¡Cuántos poemas de ternura y de amor tienen por teatro diariamente los calabozos! ¡He visto madres que no sólo abandonan las comodidades que un hijo honorable puede proporcionarles, sino que hasta cubren de vergüenza su nombre por disimular las bajezas de uno de estos canallas que ha rodado al abismo y que les paga sus sacrificios imponiéndoles cada día otros mayores!