United States or Wallis and Futuna ? Vote for the TOP Country of the Week !


22 Y si me decís: [Nosotros] confiamos en el SE

4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos cargados; porque no querremos ser desnudados; antes sobrevestidos, consumiendo la vida a lo que es mortal. 8 mas confiamos, y querremos más peregrinar del cuerpo, y ser presentes al Señor. 9 Por tanto procuramos también, ausentes, o presentes, agradarle;

D. Francisco, por mucho que caigamos, nunca caemos hasta lo hondo.... Pero vamos al caso: para todo eso que le he dicho, y para que Martín se reponga y pueda salir al campo, necesitamos tres mil reales... y no digo cuatro porque no se asuste. Es lo último. , D. Francisquito de mi alma, y confiamos en su buen corazón.

El judío, un anciano de barba terrosa, túnica de color castaño y gorro de terciopelo, levanta al cielo el rostro, pone ojos suplicantes, besa las babuchas de Sid'Omar, inclina la cabeza, se arrodilla, junta las manos... No entiendo el árabe; pero por la pantomima del judío, por sus palabras juez de paz, juez de paz, que repite frecuentemente, adivino este discurso: Confiamos en la rectitud de Sid'Omar, Sid'Omar es prudente, Sid'Omar es justo... Sin embargo, el juez de paz resolverá mucho mejor esta cuestión.

Vuestros sobrinos, que son muy buenos tiradores, se encargarán de tener a raya a los salvajes. Tienes razón, viejo mío. Si el alba nos sorprende lejos del campamento, estos tunos se nos echarán encima y tendremos que abandonar la caldera. ¡Hans, Cornelio!: os confiamos nuestra defensa. El primero que se acerque demasiado es hombre muerto dijo Cornelio . Mis balas van adonde yo las mando.

¿Y si se prolonga el asedio? Confiamos en que se cansarán, señor Cornelio. Pero la sed comienza ya a mortificarnos, Horn. Resistiremos lo que se pueda. ¡Ah, si se dejaran ver! Ya saben ellos lo que hacen permaneciendo escondidos. Vamos a ver si los obligamos a salir de su escondite, viejo Horn. Estoy viendo moverse algo en aquel matorral. De seguro hay allí un centinela.

Cuando la Castellana vuelva a ser lo que antes, el paseo más concurrido de Madrid, confiamos en que se repetirá este fenómeno consolador hijo de una noble altivez, sin la cual no es posible el refinamiento de las costumbres ni el progreso de los pueblos. Aunque solitario, o porque lo esté quizá, el paseo no deja de ofrecer atractivos, sobre todo para los melancólicos.