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Actualizado: 23 de junio de 2025
Todos los años, en un carruaje como aquél, emprendía la familia de Febrer su viaje a Sóller, donde poseía una antigua casa, de amplio zaguán, la casa de la Luna, llamada así por un hemisferio de piedra con ojos y nariz que adornaba lo alto del portalón, representando al astro de la noche. Era siempre a principios de Mayo.
Mientras Pepita discurría así allá en su mente, y resolvía con tanto tino sus negocios del alma, don Luis bajó hasta el zaguán, acompañado por Antoñona. Antes de despedirse dijo D. Luis sin preparación ni rodeos: Antoñona, tú que lo sabes todo, dime, quién es el conde de Genazahar y qué clase de relaciones ha tenido con tu ama. Temprano empiezas a mostrarte celoso.
Milord, esa señora baja del coche en el zaguán, atraviesa el vestíbulo, sube por esa escalera y se mete en su habitación, que está en el primer piso... No tardará en llegar... Salí á la acera y me levanté el cuello del gabán. Hacía frío aquella noche, aunque estábamos en abril, y, fumando y paseando, me decidí á esperar.
Cruzaron el vestíbulo y abrió también la puerta cancel... Llegaron al zaguán... Ya estaban ante la puerta de la calle... Lita hizo un esfuerzo para abrirla... ¡Era un pestillo muy duro y bien cerrado!... Y sintió de pronto que le faltaba el apoyo de su madrina y cayó sobre el frío umbral de mármol...
En la pieza inmediata encontró el cocinero mayor su capa, su sombrero y sus armas. Púsoselos como pudo, y siguió al tío Manolillo, que no se había detenido. Cuando estuvieron en el piso bajo, el bufón dejó la bujía en el patio, entró en el obscuro zaguán y abrió la puerta. Montiño escapó con la misma rapidez y el mismo sobresalto con que escapa un pájaro á quien abren la jaula.
Cuando estuvieron en el zaguán, el duque se embozó, se cubrió, y abrió la puerta. El alcalde salió. La puerta volvió á cerrarse. Los alguaciles no habían visto más que el hombre encubierto que había franqueado por dos veces la puerta; una para que el alcalde entrase, otra para que saliese.
Esto es, que como no tengo más casa que la vuestra, ni más alma que vuestra alma, aquí me vengo á hacer mis cosas; por delante, es decir, por el zaguán, cuando es de día; por detrás, cuando es de noche.
¿Qué he de perder yo, so peal? contestó Juanita dándole un bufido, porque allí no había la menor razón para que ella refrenase su cólera. Bajó las escaleras, y antes de salir a la calle se encontró en el zaguán con don Andrés, que estaba aguardándola en acecho y que intentó retenerla asiendo su cintura.
Cruzaban el zaguán de la casita, entraban en el jardín y se dirigían al cenador cubierto de viña virgen, que el pilón resguardaba. Hallábase el pilón vacío, y el tubo de bronce del surtidor no despedía ni gota de agua. Pero Pilar sabía de antemano la hora del singular fenómeno, y calculaba con exactitud.
El 20 de junio de 1883, a las nueve de la noche, una larga serie de carruajes particulares se apostaba en la parte más central de la calle San Martín y las personas que de ellos descendían, entraban por un espacioso zaguán en una casa que ocupaba un extensísimo frente.
Palabra del Dia
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