Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
Mira de Mescua, honra singular de nuestra nación; la discreción é innumerables conceptos del canónigo Tárraga; la suavidad y dulzura de D. Guillén de Castro; la agudeza de Aguilar; el rumbo, el tropel, el boato, la grandeza de las comedias de Luis Vélez de Guevara, y las que agora están en xerga del agudo ingenio de Don Antonio de Galarza, y las que prometen Las Fullerías de Amor, de Gaspar de Avila, que todos estos, y otros algunos han ayudado á llevar esta gran máquina al gran Lope .»
3 También se ama en el abismo, de D. Agustín de Salazar. 4 Los muzárabes de Toledo, de Juan Hidalgo. 5 La gala del nadar es saber guardar la ropa, de Don Agustín Moreto. 6 Olvidar amando, de D. Francisco Bernardo Quirós. 7 Las tres edades del mundo, de Luis Vélez de Guevara. 8 Del mal lo menos, de un ingenio de esta corte. 9 Vida y muerte de San Cayetano, de seis ingenios de esta corte.
Amén de esto, en 1902, don Adolfo Bonilla y San Martín daba a la estampa en la Revista de Aragón diversas poesías de Luis Vélez, las más de ellas inéditas hasta entonces, y de las cuales hay especialmente cuatro las cuatro primeras llenas de indicaciones muy interesantes para la vida de su autor, razón por la cual en 1908 las reproduje anotadas, con otra inédita, en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos.
El Rey, que alardeaba de literato, no le mandó retratar a los poetas que dieron gloria a su reinado, ni a Montalbán, ni a Salas Barbadillo, ni a Vélez de Guevara, ni a Rojas, ni a Moreto, ni a Tirso, ni a Calderón, ni a Lope, sino a sus bufones: y no hace falta fantasear para creer que los pintó con cierta dulce simpatía: eran sus compañeros, juntos figuraban en las nóminas de Palacio.
6 Cuál es afecto mayor, lealtad, sangre ó amor, de D. Francisco de Bances Candamo. 7 Por su rey y por su dama, del propio autor. 8 También hay piedad con celos, de D. García de Aznar Vélez. 9 El español más amante y desgraciado Macías, de tres ingenios. 10 El valor no tiene edad, de Juan Bautista Diamante. Loa y baile para la comedia de Ícaro y Dédalo.
Por lo cual había renunciado Manrique Vélez, a casarse con Nieves Bermúdez. Mar afuera Le digo a usted, ¡carape! que éste es un problema que marea. Vengan aquí todos los sabihondos de la tierra, y pruébenme que cabe dentro del sentido común el que un hombre con barbas se pase media noche en claro, por el disgusto de no haber subido a Peleches en cuarenta y ocho horas. ¡Qué han de probar?
Tuvo noticia de ello el Rey, y cuando conversó con el festivo abogado prendóse tanto de él, que no sólo le perdonó la multa, y la vida al delincuente, sino que, además, ya no pudo pasar sin el trato de Vélez de Guevara, a quien protegió sobremanera. Esto fué lo que suele llamarse hablar de memoria, porque en todo el relato no hay otra cosa verdadera que lo de ser Ecija la patria del escritor.
El espejo del mundo, de Luis Vélez de Guevara. La noche toledana, de Lope de Vega. La tragedia de Doña Inés de Castro, del licenciado Mexía de la Cerda. Las mudanzas de fortuna y sucesos de Don Beltrán de Aragón, de Lope de Vega. La privanza y caída de Don Alvaro de Luna, de Damián Salustrio del Poyo, vecino de la ciudad de Sevilla.
1 El letrado del cielo, de D. Juan de Matos. 2 La más dichosa venganza, de D. Antonio Solís. 3 La fingida Arcadia, de D. Agustín Moreto. 4 Cuantas veo tantas quiero, de D. Sebastián de Villaviciosa y D. Francisco de Avellaneda. 5 La condesa de Belfor, de D. Agustín Moreto. 6 No hay contra el amor poder, de D. Juan Vélez de Guevara. 7 Sin honra no hay valentía, de D. Agustín Moreto.
Tal sucede, verbigracia, con la comedia intitulada Los Novios de Hornachuelos, que pasa comúnmente por obra de Lope; pero hay alguna indicación antigua que la atribuye a Vélez de Guevara, y, leída y estudiada, quédase perplejo el entendimiento más avisado, sin resolverse a adjudicarla con cabal certeza a ninguno de entrambos ingenios.
Palabra del Dia
Otros Mirando