Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de octubre de 2025


Sin embargo de ello, se dejaban sentir unos lamentos tan tristes, que todo el mundo creyó haber acontecido mayor desgracia; pero tales duelos y lastimerías no eran más que los sollozos de la Bermúdez y los gritos del usurero: de aquélla, por otras tocas que acababa de perder, y de éste, por mirarse roto y manchado en todas las galas.

Todo esto es verdad contestó Foja, el ex-alcalde usurero, que estaba presente siempre en conversaciones de este género. Parecía nacido para murmurar. No se puede negar que viven como miserables, pero lo mismo hace el señor Capalleja y ese es millonario. Los avaros siempre son los más ricos. Para tener dinero, tenerlo.

Ya iba el usurero, como quien por el sedal busca el pez, a preguntar de dónde vino el hallazgo del billete, para introducir al punto la petición de su bolsa perdida, sus papeles y apuntamientos: tal iba a preguntar, cuando de pronto o como viniendo de los cercos huertos, se dejaron oír las puntadas más blandas y dulces, y el instrumento más celestial que aquellos habitadores habían oído; tal era la extrañeza y la dulzura de la música.

¡Ay, ay! ¡Tan generoso y caritativo! y el que iba en el cajón había sido usurero nada menos. ¡Ay, ay! ¡Tan valiente y animoso! el infeliz había liado los bártulos por consecuencia del mal de espanto que le ocasionaron los duendes y las penas.

13 El pobre y el usurero se encontraron; el SE

Con poner en el otro platillo los perros grandes y chicos que me has sacado, me salvo díjole Moreno riendo y manoseándole la cara. No me hagas carantoñas, sobrinillo. Si crees que eso te vale, gran miserable, usurero, recocho en dinero repitió Guillermina con tono y sonrisa de chanza benévola . ¡Qué hombres estos!

El infeliz deudor hacía de tripas corazón, y poniéndole cara risueña, convidábale a tomar algo; mas el usurero le daba las gracias, y si tenía ocasión le soltaba indirectas tan suaves como esta: «Mire usted que no puedo más. Siempre me está usted diciendo que la semana que entra, y francamente... sentiré verme obligado a dar un paso que...».

Ramona, hija del prestamista usurero don Felipe, que ha llegado a ser muy rico, se educa en un excelente y aristocrático colegio de señoritas, donde, sobre su buen fondo natural, pone la educación los más delicados sentimientos.

Esta mirada irritó á Miguel, haciendo que se interesase por la operación, como si de ella dependiese su honor. Sin duda, el usurero pensaba en Rusia, en los desmanes de la revolución, en la imposibilidad de cobrar su préstamo aunque el gran personaje le ofreciese toda su fortuna. Usted debe conocerme dijo con voz irritada . Soy el príncipe Lubimoff; soy el dueño de Villa-Sirena.

A poco de abrir mi padre la zapatería, la de Belarmino se hundió. Un usurero apellidado Bellido se lo embargó todo, dejándole en la calle con su mujer y su hija. Le recogieron unos frailes dominicos, que tenían residencia en el palacio de los señores de Neira, marqueses ya de San Madrigal, y le habilitaron en la portería del palacio un zaquizamí, en donde trabajaba de zapatero remendón.

Palabra del Dia

neguéis

Otros Mirando