Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de noviembre de 2025
Sí, está en casa; dice ella sin dejar de mirarlo. «¿Qué diablos querrá contigo?» piensa el soldado tratando de vencer su timidez. Después de su estancia en Berlín, Juan tiene algunos motivos para considerarse un poco conquistador, y es para él una cuestión de honor aproximarse al seto y trabar conversación con la joven. ¿Se trabaja? pregunta, por decir algo.
Ester misma se sentía de un modo vago y misterioso como alejada de su hija; como si ésta, en su paseo solitario por la selva, se hubiera apartado por completo de la esfera en que tanto ella como su madre habitaban juntas, y estuviese ahora tratando de regresar, aunque en vano, al perdido hogar.
Yo le decía que hiciera como los demás; pero ¡qué esperanza! Siempre me respondía lo mismo: «Ante todo el deber, Petrona». Claro que el deber es el deber; pero también quedarse medio fundidos cuando los demás, hijita, hacen lo que hacen, tratando de salvarse, aunque haya que clavar a medio mundo... No te apures, Petrona; todo se ha de arreglar. Hijita, no sé cómo.
Por sus ojos pasó entonces un relámpago de alegría y observé que se mordió los labios fuertemente, volviendo al mismo tiempo la cabeza. ¿Qué? ¿Le hace a usted gracia el nombre de mi pueblo, verdad? le pregunté, comprendiendo lo que pasaba en su interior. Pues sí, señor... dispénseme usted... me hace muchísima gracia repuso, tratando de reprimir en vano las carcajadas que fluían a su boca.
¡Permítame usted! le dijo él, tratando de abrirse paso. Pero el sitio que dejaba libre el envoltorio era demasiado estrecho, y no podía pasar. Por el otro lado impedían el paso el conductor y el comerciante grueso y rojo. Este último fingía no darse cuenta de que Krilov quería descender. ¡Pero déjeme usted pasar! exclamó Krilov con cólera . Conductor, ¿oye usted? ¡Reclamaré!
Lo que Mr. Trousseau nos dice en seguida tratando de la medicacion tónica: que «estas analogías genéricas no impiden á cada especie del género, á cada indicacion de la especie, el tener su especificidad y su individualidad;» á lo que nosotros preguntarémos qué ha querido decir con esas fórmulas que afectan ó aparentan tener un rigor científico.
Siéntese usted, señora la dijo, depositando la paleta y el pincel sobre una silla. Sentóse, en efecto, en una butaca. Don Jaime permaneció en pie. Hay que cerrar la puerta dijo ella tratando de levantarse nuevamente. Pero el caballero se apresuró a hacerlo. Después vino a colocarse frente a la dama, cuadrando los pies en actitud exageradamente respetuosa, esperando a que ella hablase.
Y tratando de la Bahía de San Julian, donde se halla el Comisario Super-intendente D. Antonio de Viedma, incluyo los dictámenes números 1, 2, 3, 4 y 5, que dan conocimiento de aquel parage, calidad de su terreno, aguas, temperamento, leñas, maderas y puerto: extendiéndose los de los número 3 y 4 á dar noticia de los demas puntos de la costa que se han reconocido; á que agrego la representacion número 6 del poblador Santiago Moran, á nombre de los demas de su clase, quedándose aplicados los remedios que han sido posibles para sus alivios.
Me figuro ... El melitarito es muy pillo ... apuesto á que se ha colado allá. ¿Y usted no conoce á esas tres señoras? dijo Lázaro, tratando de disimular la mala impresión que la anterior respuesta le había producido. No: el amo decía que son buenas, y que una es santa. ¿Dónde viven? En la calle de Bebén, núm. 4. Su tío vive en la misma casa. Ya las conocerá usted.
Al oír esta pregunta, Mathys pareció haberse vuelto mudo; sin embargo, después de un rato de silencio, respondió tratando de sonreír: Yo lo creo por lo menos; ¿de quién sería, si no, la hija?
Palabra del Dia
Otros Mirando