Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de junio de 2025
Para leerlo en la «Estética Nueva» y publicarlo en la «Revista Azul», lo debes trabajar más, mucho más, ¡nunca es bastante! Estaba presente un tercero, Aristarco López, inseparable amigo de del Laurel, también estudiante de derecho in nomine y per accidens; pero, en cuerpo y alma, todo un cronista «sportivo» de un diario popular.
3 Y como de allí te fueres más adelante, y llegares a la campiña de Tabor, te saldrán al encuentro tres varones que suben a Dios en Bet-el, llevando el uno tres cabritos, y el otro tres tortas de pan, y el tercero un cántaro de vino.
Pues yo lo sé, sí, señora, yo lo sé: uno se está formando en Valladolid, y lo mandará D. Gregorio de la Cuesta; otro en Asturias y Galicia, que corre a cargo de Blake..., y el tercero... Esta es la más gorda de todas: ¿te la digo? Hombre, sí, dila: no nos dejes a media miel.
Estamos en casa á las diez y media, despues de siete horas de fiacre. Mi mujer dice que nuestro gran viaje comenzó al llegar á Paris. Tambien tiene razon. Las mujeres tienen razon en muchas cosas. Yo acabo esta revista cerca de la una, y así doy fin al dia tercero. =Día cuarto=. Artículo, recuerdos, pesares.
La uva ya está en su punto dice un tercero. Y es necesario añade otro cogerla antes de que una nube se nos adelante. Y todos, durante estas últimas palabras, han ido levantándose y se despiden hasta otro día. Hoy han tocado a la puerta: tan, tan. Azorín ha creído que era el viento. La idea de que llamen a su puerta le parece absurda. Pero sí que llamaban; han vuelto a tocar: tan, tan, tarán.
De ellos se tratará en el párrafo tercero, cuando se hable de los alcaldes mayores y correjidores; tratemos ahora de aquellos que pueden superarse. La ineptitud de los que ocupan los destinos subalternos vendibles y renunciables, es un obstáculo, y no de poco bulto, para dar impulso á la administracion de justicia.
Cirilo era hijo de un primo en tercero o cuarto grado de su padre; ella de un modesto empleado en Hacienda. Cuando Reynoso llegó de América, Cirilo trabajaba con corto sueldo en una casa de banca y estaba ya en relaciones amorosas con su actual esposa; ambos perfectamente sanos. Era un joven activo, inteligente, de una honradez a prueba.
Deslizose a lo largo del portal angosto, obstruido y casi intransitable por los colgajos de un comercio de cordelería que en él existe; subió la escalera, con rápidos andares hasta el principal, con moderado paso hasta el segundo; llegó jadeante al tercero, que era el último, con honores de sotabanco.
Remátense las escenas con sentencia, Con donaire, con versos elegantes, De suerte que al entrarse el que recita No deje con disgusto al auditorio En el acto primero, pongo el caso; En el segundo enlace los sucesos, De suerte que hasta medio del tercero Apenas juzgue nadie en lo que para. Engañe siempre el gusto, donde vea Que se deja entender alguna cosa De muy lejos de aquello que promete.
Larga ha sido nuestra primera jornada, porque no era posible en ella hacer alto: ahora discurriremos á placer por un campo mas variado y ameno. Capítulo tercero. Córdoba mozárabe.
Palabra del Dia
Otros Mirando