Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de mayo de 2025


Aquí todo el tiempo que le sobraba de las tareas del estudio lo daba á Dios, y rarísima vez á los hombres, porque usaba muy poco de su conversación, y esto solamente cuando lo pedía la obligación.

Visita fue para él entonces su providencia como él lo había sido antes para ella. No sólo le ayudaba en los menesteres de la vida, sino que apoyado en su brazo podía ir a todas partes. Siguió desempeñando a conciencia sus tareas habituales sin que desapareciera tampoco toda su dicha, como se ha visto. Don Germán reía también hasta sofocarse.

Una prueba de la manera con que llevaba á cabo Hawthorne sus tareas literarias, y de la madurez con que meditaba sus novelas desde que concebía la primera idea, nos la ofrece su historia de "Endicott y la Cruz Roja," escrita y publicada antes de 1845.

Pepe había dicho claramente a Paz la situación de su familia; que su padre era un antiguo y modesto funcionario de Hacienda; que él tuvo que abandonar la carrera por falta de recursos para seguirla, ateniéndose a un empleo concedido casi por caridad; pero no pasó adelante: nada dijo de la imprenta, del apoyo de Millán, de las galeradas, ni de sus tareas de jornalero.

De los últimos hay varios que apenas han dejado escritos, por faltarles tiempo y aliciente para escribir, si bien por lo poco que dejaron es fácil rastrear y columbrar cuánto hubieran acertado al hacerlo, si con afán hubiesen dedicado a tales tareas las altas prendas de escritores que los adornaban.

Además, el capitán Flimnap, arrogante y fanfarrón, parecía una persona diferente de aquel profesor Flimnap bondadoso y simple que había conocido. Entusiasmado por sus ridículas tareas militares, permanecería ausente, sin comprobar la exacta ejecución de sus órdenes. Nadie se cuidaba de su alimentación, y él necesitaba comer.

Pasó a América en el año de 1768, y por una singular coincidencia se embarcó en el mismo jabeque que llevaba al gobernador Bucareli la cédula de supresión de la Compañía de Jesús, cuyas tareas estaba destinado a continuar en sus establecimientos de Misiones.

Llegó a hacer una cada día, sin faltar a sus deberes de mujer hacendosa; y esta gran manifestación de su genio calcetero, casi casi la envaneció. Se le había cansado mucho la vista con los disgustos y las tareas, y también había perdido la mitad del pelo, por lo cual usaba anteojos mientras trabajaba, y cofia a todas las horas del día.

Este hombre de traje femenil paseó varias veces en torno del gigante, mirándole con interés por un resquicio de sus velos. Los malhechores al servicio del Hombre-Montaña, que formaban grupos á cierta distancia, no extrañaron la presencia del hombre con faldas. Eran muchos los que al conseguir un descanso en sus tareas domésticas venían solos ó en grupos á ver de cerca al coloso.

En su cuerpo delgado predominaba el temperamento nervioso, que hacía rápidos todos sus movimientos y sus manos finas y alargadas revelaban al hombre culto consagrado a las tareas intelectuales. Llevaba como único adorno en uno de sus dedos un anillo de plata en el cual estaba grabada la palabra «Cuba».

Palabra del Dia

ciencuenta

Otros Mirando