Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de septiembre de 2025
Poseía también una voz fresca y suavísima y cantaba y tocaba la guitarra con tal primor que pocos la aventajaban en el reino de Andalucía. En Cádiz era conocida y estimada por esta habilidad, aunque pocas veces se lograba oirla desde que se había casado. Sólo entre amigos y después de hacerse rogar tomaba entre las manos el guitarrillo y echaba al aire una copla.
Beatriz, a pesar de su amargo desapego a todo, aceptó la idea con algún interés. Pero objetó a su amiga , ¿cómo pedir semejante favor a ese caballero?... Yo nunca me atreveré. Podrías replicóle la vizcondesa rogar al señor de Pierrepont que se encargara de hablarle. No dijo Beatriz ; el señor de Pierrepont podría disgustar a su tía dando ese paso.
FELIC. Señor, Que cese tanto rigor Os ruego. REY. No hay que rogar. Venga luego la mujer Deste pobre labrador. D. TELL. No fué su mujer, señor. REY. Basta que lo quiso ser. Y ¿no está su padre aquí, Que ante mí se ha querellado? D. TELL. Mi justa muerte ha llegado. A Dios y al Rey ofendí. Sale ELVIRA, sueltos los cabellos.
No se hizo de rogar Sancho, y entretejióse entre los tres, y hizo cuarto en la conversación, con gran gusto de la duquesa y del duque, que tuvieron a gran ventura acoger en su castillo tal caballero andante y tal escudero andado. Capítulo XXXI. Que trata de muchas y grandes cosas
Y pues sola la parte por do corre Y toca á la ciudad el ancho Duero, Es aquella que ayuda y que socorre En algo al Numantino prisionero, Antes que alguna maquina ó gran torre En sus aguas se funde, rogar quiero Al caudaloso conocido rio, En lo que puede ayude el pueblo mio.
Hace usted muy mal en hacerse de rogar para venir, cuando sabe que lo queremos tanto... ¡No, no proteste! exclamó con alegría, golpeando suavemente con una flor el brazo del joven, que se estremeció al contacto de aquella caricia.
Y no tiniendo respeto á aquello, sino á que era su padre y Señor, tornóle á rogar Inca Yupanqui que le pisase como su Señor y padre; á lo cual respondió Viracocha Inca, que lo mandase meter en cierto aposento y que lo pisase primero su hijo Inca Urco, que era el hijo quél más queria, en quien él pensaba dejar despues de sus dias su estado y lugar de su persona, como ya hemos contado.
Y si es una predestinación, si estaba escrito interrumpió Pepita , ¿por qué no someterse, por qué resistirse todavía? Sacrifique Vd. sus propósitos a nuestro amor. ¿Acaso no he sacrificado yo mucho? Ahora mismo, al rogar, al esforzarme por vencer los desdenes de Vd., ¿no sacrifico mi orgullo, mi decoro y mi recato? Yo también creo que amaba a usted antes de verle.
El profesor lo había comunicado misteriosamente á todos sus amigos, luego de rogar á cada uno que guardase el secreto. Después de sus fútiles galanteos de estudiante, éste era el primero, el gran amor de su existencia.
Pero, lo repito, nosotros debemos callar, respetar y rogar; porque lo que existe de peor y más censurable, es el hablar y obrar contra un gobierno constituido; porque al fin, el hombre puede conseguir su salvación en todas partes donde la mano de Dios le destine.
Palabra del Dia
Otros Mirando