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Actualizado: 8 de octubre de 2025


Otros, habiendo salido á otra empresa semejante, ni aun quisieron llevar armas consigo, y entrando en una tierra enarbolaron en ella la imagen de Nuestra Señora, exhortando á la gente la hiciese reverencia; pero la respuesta que tuvieron fué ver caer sobre una tempestad de saetas, de que muchos quedaron allí muertos.

Verdad es que algunos de mis amigos me han dicho algo deso, y aun, por más de tres veces me han certificado que, antes que comigo casase, había parido tres veces, hablando con reverencia de V.M., porque está ella delante."

Hizo entonces una pausada reverencia, adivinando, por detrás de la barandilla, doncellas y galanes que acababan de enmudecer. Por fin una voz exclamó: Lléguese vuesa merced a la tarima. Era Beatriz. Había que avanzar y avanzó; pero después de algunos pasos felices, llevose por delante una bandeja de metal donde vidrios y porcelanas se entrechocaron terriblemente.

Apolonio había elegido para la dispepsia. Hubiera preferido una mancha sanguinolenta en la faz, como la hermana Lucidia; por eso ama y reverencia a la monja. Pero la dispepsia le basta para sus intenciones, que son ofrecer palpable contraste y parangón con Belarmino.

Mamette, al entrar, había comenzado por hacerme una gran reverencia; pero el viejo la paralizó con cuatro palabras: Es amigo de Mauricio. Y he aquí que, al punto, tiembla, llora, pierde el pañuelo, se pone encarnada, muy roja, aún más roja que él. ¡Esos viejos! La única gota de sangre que tienen en las venas, se les sube a la cara a la más pequeña emoción.

Los niños pequeñuelos acuden a verla las pocas veces que sale a la calle y quieren besarla la mano; las mozuelas le sonríen y la saludan con amor; los hombres todos se quitan el sombrero a su paso y se inclinan con la más espontánea reverencia y con la más sencilla y natural simpatía.

Y, con licencia de vuestra grandeza, me quiero quitar de aquí, por no ver delante de mis ojos ya no su triste figura, sino su fea y abominable catadura. -Eso me parece -dijo el duque- a lo que suele decirse: Porque aquel que dice injurias, cerca está de perdonar. Hizo Altisidora muestra de limpiarse las lágrimas con un pañuelo, y, haciendo reverencia a sus señores, se salió del aposento.

Lágrimas de ternura le llenaban los ojos y un ligero sonrojo teñía sus mejillas cuando se adelantó para abrir. Aquel sonrojo se hizo más intenso al ver al señor Godfrey Cass y a su señora. Hizo su ligera reverencia rústica y abrió del todo la puerta para dejarlos pasar.

El portero, que estaba plantado en el umbral atusándose gravemente sus largas patillas, despojóse vivamente de la gorra, le hizo una profunda reverencia y corrió a abrir la puerta de cristales que daba acceso a la escalera, apretando en seguida el botón de un timbre eléctrico.

Ya en la cuarta misa, el caballero aquel, no sólo se distraía sino que perturbaba la devoción de los fieles, pasando delante de los altares, donde se decía misa, sin hacer la más ligera genuflexión ni reverencia. «Tendré que decirle que se vaya pensaba la santa . Esa no es manera de estar en la iglesia».

Palabra del Dia

neguéis

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