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Actualizado: 22 de mayo de 2025
Severiana entraba y salía. Sus ojos revelaban que había llorado, y también tenía un mantón negro por los hombros. Por un resquicio de la puerta que comunicaba la sala primera con la cámara mortuoria, vio Fortunata los pies de la Dura en el ataúd, y no tuvo ánimo para acercarse a ver más.
Efectivamente, Luis lo disimulaba bien; pero como, por más esfuerzos que se hagan, siempre queda un cabo suelto, un resquicio por donde sale la luz, ella había adivinado hacía ya mucho tiempo que el conde, en lo profundo de su corazón, guardaba recuerdo muy grato de Fernanda. Atiendan ustedes: hace algunos días se le ocurrió a Moro decir que tenía dos dientes postizos.
Tras las rejas enmohecidas no aparecía ningún resquicio de maderas entornadas por el cual se pudiera filtrar una mirada humana. «Esto es tan solitario, hija mía dijo el marido, quitándose el sombrero y riendo , que puedes armarme el gran escándalo sin que se entere nadie». Juanito corría.
La más desaforada piruja, la que, abusando de la lascivia senil y fomentándola con maña diabólica, llega a apoderarse del corazón y de las riquezas de un viejo chocho, ya suele mostrarse generosa para hacerse perdonar sus bellaquerías, aun sin tener el menor resquicio de bondad en su alma, ya para serenar su conciencia echa en la balanza de sus acciones alguna buena que sirva de contrapeso a las malas.
Siempre atendidas de Argos y espiadas, Y que al menor resquicio de recreo Da Parladario leyes ajustadas. Por acá, como al fin todas sois flores Y estáis en escampado, no hay rocío Que no acuda á vestiros de verdura.
Mira, Sancho: yo bien te señalaría salario, si hubiera hallado en alguna de las historias de los caballeros andantes ejemplo que me descubriese y mostrase, por algún pequeño resquicio, qué es lo que solían ganar cada mes, o cada año; pero yo he leído todas o las más de sus historias, y no me acuerdo haber leído que ningún caballero andante haya señalado conocido salario a su escudero.
Y salió, con perfumado revoloteo de faldas, sin haber dejado en todo el tiempo de su permanencia un solo resquicio por donde Xuantipa o Belarmino hubieran podido colarse a decir esta boca es mía. Esta escena se repetía casi a diario.
En fin, temiendo que por este resquicio de mis flaquezas se me fueran colando otros aires aún más fríos y enervadores, cerré las puertas del discurso a toda reflexión contraria a lo convenido, y Alea jacta est, me dije, como César, resuelto a pasar a todo trance mi correspondiente Rubicón.
Puesta la cuestión en estos últimos términos ya me pareció más racional y soportable; y si hubiéramos continuado los dos solos en la cocina, es posible que allí mismo hubiera intentado yo introducir por este resquicio el primer sostén para sus desfallecimientos.
Vaya, adiós. ¡Hasta la nit! gritaba la animosa muchacha pasando su brazo por el asa de la cestita, y cerraba la puerta de la barraca, echando la llave por el resquicio inferior. Ya era de día. Bajo la luz acerada del amanecer veíase por sendas y caminos el desfile laborioso marchando en una sola dirección, atraído por la vida de la ciudad.
Palabra del Dia
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