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Las noches que faltaba este socorro extraordinario, Maltrana, con la cabeza entre las manos, fingiendo leer una revista extranjera, seguía con mirada ansiosa las idas y venidas de don Cristóbal, el propietario del periódico, un buen señor francote y paternal, sin otras preocupaciones que su diario, la revolución que no llegaba nunca y el deseo de que reconociesen todos sus sacrificios por «la idea».

He abandonado a mis barones y mis guerreros ¡avanzan tan lentamente, de una manera tan solemne! , y he corrido aquí. ¡Qué dicha, te he encontrado sola! ¿Me esperabas aquí, amor mío? ELSA. No. ¡Pero qué extraña capa llevas! ENRIQUE. Es la de uno de mis servidores; no he querido que me reconociesen aquí. No soy yo, Elsa; soy mi espectro. El verdadero duque viene con sus barones.

Con estos antecedentes parece que deberia V. E. hacer entrar por el Rio Negro una ó dos chalupas de las que hay en nuestro establecimiento, dirigidas por algun inteligente ó dos, que llegasen á Chuelechel y le reconociesen con reflexion y conocimiento, para verificar lo que dice Villarino: pues siendo cierto, es fácil introducirnos desde nuestro establecimiento hasta Chuelechel, y formar en él un fuerte como los mencionados, poca mas ó menos, guarneciéndolo de 60 blandengues y 20 presidarios con dos chalupillas.

Esta Asamblea, legalmente constituida en la capital el 26 de Noviembre, resolvió: "desconocer la autoridad del Libertador; separar á Venezuela del gobierno de Bogotá; consultar la voluntad de los antiguos departamentos de aquella, invitándoles á que por medio de un cuerpo constituyente reconociesen, defendiesen y manifestasen públicamente la separacion que de aquel gobierno intentaban los venezolanos, todo lo cual quedó consignado."

2 Y los hijos de Dan enviaron de su tribu cinco hombres de sus términos, hombres valientes, de Zora y Estaol, para que reconociesen y explorasen bien la tierra; y les dijeron: Id y reconoced la tierra. Estos vinieron al monte de Efraín, hasta la casa de Micaía, y allí posaron. 4 Y él les respondió: De esta y de esta manera ha hecho conmigo Micaía, y me ha tomado para que sea su sacerdote.

Quizá la desconcertó el que no la reconociesen; volviose otra vez hacia el fuego; transcurrieron algunos momentos en silencio, y continuó: Sospeché que alguno de ustedes debía reconocerme; pero, de todas maneras, no importa; lo que yo iba a decir es que este Juan y al nombrarlo tomó su mano entre las de ella me conocía si ustedes no me conocen, y gastó mucho dinero en mi compañía.

Los cabildos catedrales se disputaban la posesion de los Egas, de los Hontañones, de los Badajoz, de los Alavas, de los Comptes: cuando no podian lograr los servicios esclusivos de estos hombres privilegiados, se contentaban con que revisasen y reconociesen sus fábricas, diesen trazas para mejorarlas, y dejasen en ellas cuál una torre, cuál un retablo, cuál una portada.

Jesús había muerto: por él las mujeres se vestían de negro y los hombres se disfrazaban con túnicas puntiagudas que les daban aspecto de extraños insectos; los cobres lo proclamaban con sus quejidos teatrales; los templos lo decían con su obscuro silencio y los velos lóbregos de sus puertas... Y el río seguía suspirando con idílico susurro, como si invitase a sentarse en sus orillas a las parejas solitarias; y las palmeras mecían sus capiteles sobre las almenas con un vaivén de indiferencia; y los naranjos exhalaban su perfume de tentación, como si sólo reconociesen la majestad del amor, que crea la vida y la deleita; y la luna sonreía impávida; y la torre, azulada por la noche, perdíase en el misterio de las alturas, pensando tal vez, con la simpleza de alma de las cosas inanimadas, que las ideas de los hombres cambian con los siglos, y los que a ella la sacaron de la nada creían en otras cosas.

Poco antes que llegasen á las faldas del monte Tauro, que divide la Provincia de Cicilia de Armenia la menor, hicieron alto, y trataron de que primero se reconociesen las entradas y pasos peligrosos, sospechando siempre, como sucedió, que el enemigo no les aguardase.

Anocheció de mal semblante, y á las tres de la mañana se achuvascó el tiempo, y descargó por el OSO una turbunada de viento que parecia huracan, y duró hasta las cinco, que se llamó al SO algo mas benigno. Amaneció el viento al SO recio, á cuyo tiempo mandé 3 hombres á que reconociesen la tierra, y que siguiesen lo posible al NNO, pues allí considero el desague del Colorado.