Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de junio de 2025
Pero no se recuerda un solo caso en que la habilidad de Ester se solicitase para bordar el velo blanco que debía de cubrir el rostro pudoroso de una novia conducida al altar. Esta excepción indicaba lo inextinguible del rigor con que la sociedad reprobaba su pecado.
Y en vez de indignarse por la crueldad con que mentía e intentaba engañar a su mujer, la viuda comenzaba a encontrarlo simpático, viendo en él como una resurrección de su segundo marido, de aquel doctor calavera al que tanto había amado. Si ustedes quieren, las acompañaremos Andresito y yo. Doña Manuela, animada por un instinto pudoroso, intentó excusarse.
Cuanto en su alma había de recto y pudoroso, así lo ingénito como lo educado por Bringas en tantos años de intachable vida conyugal, se sublevó y se puso en guardia. Pez resultaba ser un muchacho casquivano en aquella hora crítica; transfigurose en un romántico de los que se decoran con desesperación, y se engalanan con un bonito anhelo de morirse.
Las escenas y momentos que Cristeta se complacía en evocar, no le venían a la memoria como delirio de imaginación viciosa obstinada en reproducir mentalmente lo que aun para el pensamiento debe ser pudoroso; eran reminiscencias espontáneas, dispersas e incompletas, rememoradas como versos sueltos de un poema leído en días venturosos. ¡Cuánto gozaba él sepultando las manos entre sus rizos de oro, y con qué delicia aspiraba la leve ráfaga de perfume que de ellos se escapaba!
Y la creo, no solamente por el valor con que se acusa de otras cosas bien graves, sino porque había en su naturaleza un componente pudoroso que la impedía ser grosera: y hasta como pecadora, lo fue sin el aguijón del apetito; y por eso quiere que se la tache por lujo de pecar, pero no por lujosa en el pecado.
¡Cómo si le tuviera yo delante! Me parece que le veo. Hace tiempo que bajó al sepulcro, y no he podido olvidarle. En este momento creo verle aquí, del otro lado de la mesa en que escribo, muy sencillote y franco, muy recatado y pudoroso para cualquier acto de generosidad, y nunca más tímido que cuando quería averiguar si necesitábamos algo.
Sin ponderar tanto las prendas casi personales de no pocas aves y cuadrúpedos, menester es confesar que el elefante es pudoroso y muy aficionado a la música; el perro fiel; paciente el buey, agradecido el león y muy listos algunos monos. No recuerdo yo dónde he leído, pero sí que he leído, de un mono que jugaba muy bien al ajedrez y que casi siempre ganaba.
Cuatro muchachas con hueca falda, mantilla de seda caída sobre sus ojos y aire pudoroso y monjil, agarraron las patas de la mesilla, levantando todo el blanco catafalco. Como el disparo que saluda á la bandera que se iza, sonó un gemido extraño, prolongado, horripilante, algo que hizo correr frío por muchas espaldas.
Sé bien que el amor, el verdadero amor, es tímido y pudoroso, que no gusta de revelar secretos, que se afana por vivir escondido.... ¡Merece usted disculpa! Pero sé también que cuando amamos, cuando se ama como yo sé amar, es necesario que hablemos con alguno, de la persona amada. Se entiende que con alguno que sepa sentir como nosotros.
Lubimoff, al serenarse, admiró el gesto pudoroso, la tímida inquietud con que ella decía esto. Resurgió en su recuerdo la mujer del «estudio» de la Avenida del Bosque; hizo memoria de sus audaces teorías. ¿Realmente era la misma?... Mientras bajaban, ella volvió la cabeza para hablarle, como si adivinase sus pensamientos.
Palabra del Dia
Otros Mirando