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Don Paco estaba tan fatigado, que no pudiendo dar un paso más, se arrojó al suelo; pero al fin pudimos reanimarle, y firmes en nuestra santa empresa, nos dirigimos al campamento de Vedel, con otro oficio del general Reding. Mas vino la noche, y los centinelas no nos dejaron pasar, viéndonos por esto obligados a diferir nuestra expedición para el día siguiente muy temprano.

Durante ocho días no vimos después sino mar y cielo. En mal sitio aportamos al antiguo mundo. Aportamos a la fea y desolada isla de San Vicente de Cabo Verde. Fuimos luego a Tenerife y, como quien saluda a su patria después de larga ausencia, saludé desde lejos el majestuoso pico de Teide. En Tenerife no pudimos desembarcar por precaución sanitaria.

Llevábamos un mes de navegación, esperando en la calma ecuatorial la monzón del sudeste, cuando el capitán tuvo que mandar acortar la ración de agua. Afortunadamente, en la isla de San Agustín pudimos hacer la aguada y seguir delante. El piloto aconsejó al capitán que desembarcara algunos chinos; podía volver a ocurrir el mismo conflicto con el agua.

El muro habia llegado hasta la mitad de la altura del Rigi cuando el sol mostró todo su disco. Fué entónces que, durante un minuto, pudimos ver el fenómeno del espectro solar.

Ni aun pudimos saber dónde estabas preso. ¡La reina te ha dado esa orden! dijo profundamente pensativo don Juan, que no acertaba á comprender cómo aquella orden había pasado de las manos de Dorotea á las de la reina. , repuso impaciente doña Clara ; ¿pero qué importa eso? Lo que importa es salir de aquí. Y tiró de su marido, que se dejó conducir.

La noche habia llegado cuando seguíamos esa parte de la via, por un suelo algo accidentado, por lo cual no pudimos darnos cuenta del aspecto de Tourcoing y Roubaix, ciudades importantes por su fabricacion. Nos detuvimos en Lila, capital de segundo órden en Francia, que teníamos bastante curiosidad de conocer.

Sentíase avergonzado de vivir él, tan viejo y tan feo, muriendo su mujer, joven y hermosa. Hicimos cuanto pudimos por consolarle. Después de algunos días supe que la había dotado en vida en más de la mitad de su hacienda, y que la hermana de Raquel se había apresurado a reclamarle esta dote. Mis amores experimentaron un gravísimo contratiempo.

No pudimos salir la barra hasta esta dia, sin embargo de haberse largado para este fin el dia 28 del antecedente mes, lo que hicimos por 13 palmos de agua, y con felicidad llegamos el dia 18, donde hallamos la noticia de haber D. Juan de la Piedra seguido viage á Buenos Aires, y que se hallaba comandando aquel establecimiento D. Francisco de Viedma.

Mediante la luminosa ayuda del fuego que chisporroteaba ya, pudimos ver un paño de pared empapelado con periódicos ilustrados, dispuestos con sumo arte y femenina discreción. El improvisado mueblaje estaba compuesto con envases de velas y cajas de embalaje, tapadas con calicó de alegre color, o con pieles de geneta.

El tren tocó en la ciudad de Bourg, localidad de unos 11,000 habitantes, sin importancia, y al pasar pudimos ver, destacándose sobre el fondo poco lejano de las montañas, las torres de la iglesia gótica de Brou, monumento magnífico que es uno de los mas acabados y de gusto mas delicioso que cuenta Francia entre sus numerosos templos de la edad média.