Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de mayo de 2025
Ved esa adusta mole que se levanta en la plazoleta del conde de Priego, de fachada desnuda de ornato y sombría, pero bien razonada y de carácter profundamente cristiano: esa es Sta. Marina, tipo de los primitivos templos ojivales de nuestra nacion.
Ni carece tampoco, en la estación oportuna, de cerezas garrafales de Carcabuey, de peras de Priego, de melones de Montalvan, de melocotones de Alcaudete, de higos de Montilla, de naranjas de Palma del Río, y aun de aquellas únicas ciruelas, que se dan sólo en las laderas del castillo de Cabra; ciruelas, dulces como la miel, que huelen mejor que las rosas.
Tal vez contestó Caffarelli con aire burlón, para entretener a los soberanos con sus cantos. Pero ignoro en absoluto la causa de su fortuna política. Será, sin duda, debido a algún gran misterio dijo el marqués de Priego. Opino como usted asintió el duque de Carvajal a media voz y con acento malicioso.
Pero si aquella vez estuvo afortunado, no lo estuvo en otro encuentro que al poco tiempo tuvo, y fué preso, mandándosele á la galera de Málaga como cabo de escuadra, de donde volvió en Agosto de 1596, siendo entonces puesto en libertad porque al mozo no le faltaban amigos. Mas apenas se vió en la calle, reanudó sus fechorías, por lo cual el conde de Priego mandó prenderle de nuevo.
Ahí tienen ustedes los hombres de carácter dijo el marqués de Priego; el menor favor los hace cambiar, y, en lo sucesivo, éste será ahora uno de los más adictos del favorito. Esto es enojoso agregó el duque de Carvajal; no obtienen más que para ellos. No importa; de todos modos, resulta humillante para un hombre de sangre y del nacimiento del conde de Fuentes.
D. Alonso Coronel no obstante obtuvo del rey D. Pedro, por mediacion de D. Juan Alfonso de Alburquerque, el estado de Aguilar reteniendo á Capilla. Despues de muerto D. Alonso Coronel, su estado fué incorporado á la corona; y muerto el rey D. Pedro, D. Enrique II dió la villa de Aguilar á D. Gonzalo Fernandez de Córdoba, de quien se derivó á sus descendientes los marqueses de Priego.
Desde aquel instante, yo, Rodrigo Moncénigo, barbero del Rey, fui restablecido en mis funciones, así como en los derechos y honores de mi cargo. Habiéndose hecho llevar la Reina una cruz de Calatrava, con el permiso de su augusto esposo, la puso, con su propia mano, en el pecho de Farinelli. Ahí tiene usted continuó el barbero mirando al marqués de Priego cómo fue condecorado el músico.
Sí, señores decía un hombre de reducida estatura cubierto con una peluca empolvada, y cuyo vestido estaba adornado de cordones; ¡por mi parte, nada temo, y, en consecuencia, hablo muy alto!... ¿Creerán ustedes que yo, grande de España, conde de Fonseca, marqués de Priego, he hecho una antesala de dos horas en el palacio de nuestro Rey? Como yo murmuró en voz baja Carvajal.
D. Pedro de Córdoba, marqués de Priego, D. Diego Fernandez de Córdoba, conde de Cabra, D. Diego Fernandez de Córdoba, alcaide de los Donceles, y D. Alonso Fernandez, señor de la casa de Alcaudete, pidiendo gozar de las prerogativas que gozaban todos los descendientes de la Cepa de Córdoba, asi en el tañer de las campanas como en lo demas.
Palabra del Dia
Otros Mirando