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Actualizado: 18 de junio de 2025


Nubes de color de hulla reflejaban en el mar su lento arrastre; lluvias azotantes se derramaban sobre la cubierta, seguidas de un sol incendiario que á los pocos minutos era borrado por un nuevo aguacero. Estas nubes preñadas de cataratas, esta noche tendida en pleno sol sobre el Atlántico, habían sido el terror de los antiguos.

Cuando uno las mira, no puede despegar los ojos de ellas; siente que ha ya aquella barrera eterna entre alma y alma. La tierra es su patria adorada ó del corazón: en ella nacen, allí tienen sus amores; heridas, á la tierra van á morir. A la tierra conducen sus hembras preñadas, las acuestan sobre las algas y las sustentan con pescado.

Lienzos en que el genio imitó la Naturaleza, mármoles en que palpitó la vida, páginas preñadas de ciencia y poesía, prodigios del arte y maravillas de la industria... todo fue destruido, y sobre un montón de escombros humeantes quedó Luz aún viva, pero desgarradas las carnes, bañada en su propia sangre, espantosa, mutilada y deforme.

Y él respondió: Porque el mal que has de hacer a los hijos de Israel; a sus fortalezas pegarás fuego, y a sus jóvenes matarás a cuchillo, y estrellarás a sus niños, y abrirás a sus preñadas. 13 Y Hazael dijo: ¿Por qué? ¿Es tu siervo perro, que hará esta gran cosa? Y respondió Eliseo: El SE

Allá, en la sala agradable, descansaría cómodamente. Las calles estaban obscuras aún, como en las noches de la guerra preñadas de amenazas aéreas. Pero la muchedumbre formaba grupos. Sonaban instrumentos de música y se improvisaban bailes en las encrucijadas. Al penetrar en el atrio del cinema, el empleado que guardaba la puerta salió á su encuentro alegremente. ¡Viva la paz, abuela!

Un libro nuevo, bien impreso, satinado y limpio, no encaja bien entre aquellas dignas y graves óperas, preñadas hasta reventar de latín y de ciencia. Nuestro sabio torna a la portería meditando todo esto, y escribe sobre otra papeleta el título de un libro sobre filosofía, del siglo trece.

Art. 4.° Que respeten á los mayores y que estos hagan entrar á sus hijos en las escuelas; haciéndoles rezar á los solteros y solteras el rosario en los sábados, y que no permitan los caudillos de los barrios, permanezcan en las sementeras, los sexagenarios y las preñadas. Art. 5.° Prevengo en este artículo el que no se deshonre al prójimo, y que sus infractores serán remitidos al Juzgado.

De las paredes, leprosas, herpéticas, cubiertas de roña caliza, colgaban monstruosas fungosidades, criptógamas preñadas de veneno, cuya blancura ponzoñosa se destacaba sobre el muro, como una pupila pálida y siniestra en un rostro amoratado. En los codos de los tubos, polvorientas telarañas se tendían, semejantes a sudario gris de olvidados muertos.

Los sapos cantaban en los prados, el viento cuchicheaba en las ramas desnudas, que chocaban alegres, inclinándose, preñadas ya de las nuevas hojas; y Ana, apoyándose tranquila en el brazo fuerte del mejor amigo, olfateaba en el ambiente los anuncios inefables de la primavera. De esto hablaban ella y Frígilis.

Ella me ama, porque sus palabras, preñadas del sentido de la Vida y de la Muerte, riman muy bien con la armonía secreta de mi corazón. Y en las encrucijadas del Horror, de la Duda, donde acechan los buitres de la Estupidez y de la Ignorancia, ella alumbra mi pobre carne triste y sensual con la lámpara celeste de óleos aromáticos que lleva en su diestra marfilina.

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