Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de mayo de 2025


En cambio Poldy gustaba del sosiego y de la tranquilidad del campo y aborrecía el bullicio malsano de las ciudades muy populosas. Rara vez Poldy iba a Albany y más rara vez aun iba a Nueva York. En su quinta gozaba ella de todo el bienestar, lujo y regalo, que ofrece la civilización moderna a los que son muy ricos.

Desenredó luego Poldy más de un metro de listón que estaba devanado en la tela de seda, dándole forma de ovillo, y desenvuelta la tela, que era del color de los albaricoques, vio escritos en ella con muy negra tinta varios renglones en extrañas y menudas letras. Ella las miró y las remiró, pero en vano, porque no conocía una sola.

Poldy, por irreflexivo y curioso instinto, siguió andando por la margen de la laguna hacia el sitio donde el torreón se parecía. Y estando ya muy cerca de él, vio de improviso un objeto que, si bien ella no era tímida, le produjo un sacudimiento nervioso, por mostrarse tan de repente y cuando menos lo recelaba.

En vano esperaba Poldy y hasta fantaseaba el milagro de que la cigüeña hablase, pero la elocuencia de la cigüeña jamás iba más allá de los castañetazos de costumbre y de algunos roncos y desentonados silbos, que eran todo su lenguaje. Con esto nada podía ponerse en claro. La cigüeña se mostraba muy amiga y muy mansa con la joven Condesa.

¿Qué fin contestó Poldy, había de proponerse algún compatriota nuestro con ese engaño? Yo no conozco aún los versos, pero doy por seguro que su autor vive en las orillas del Indo o del Ganges, y no en las del Rin o del Danubio. A ver... lee. Ya verás y notarás en los versos cierta inspiración más europea que asiática.

Pues oye estos otros que tienen no se qué dejo de metafísica cristiana; de misticismo por el estilo del de Tauler o del del maestro Eckart: Sin alas y sin luz la mente humana En balde en pos de lo ideal se lanza; Pero la voluntad recorre ufana La eterna inmensidad de la esperanza. Eso es verdad, exclamó Poldy, y lo mismo se le puede ocurrir a un indio que a un cristiano.

El joven derribó por tierra el sombrero y descubrió los negros y abundantes rizos de su cabeza, antes de postrarse de rodillas. Profunda fue la emoción de Poldy. El corazón le daba brincos en el pecho.

Dejémosla ir en paz, mientras nosotros, que estamos en todos los secretos, nos adelantamos a copiar aquí lo que Poldy había escrito, que era como sigue: «Irresistible impulso me lleva a escribiros sin conoceros. que me expongo a que me juzguéis poco circunspecta, muy atrevida y harto libre.

Como la quinta estaba sobre una peña, a semejanza del castillo, tuvo Isidoro la ocurrencia de darle casi el mismo nombre, aunque en lengua castellana y recordando un sitio muy romántico que hay entre Antequera y Archidona. La quinta de Poldy se llamó la Peña de los Enamorados.

Y quiso la suerte que los versos cayesen en tus manos y fueses la embromada. Lo demás que ha podido ocurrir, lo sabes mejor que yo. que lo , dijo Poldy, más triste ya y más abatida que airada. Y pregunto yo ahora: ¿es incompatible el ser chamarilero y el pertenecer a la nobleza? En manera alguna es incompatible.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando