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Actualizado: 14 de junio de 2025
Hoy el automóvil ha ocupado el lugar de la pintoresca diligencia y sus parejas de caballos, y pasan por aquí bebiéndose los vientos a toda hora del día y de la noche, haciendo resonar sus cornetas.
El famoso actor Edmundo Got habla en sus Memorias del desdichado estreno de La mariposa, obra de Victoriano Sardou, á quien yo conocí septuagenario y con un rostro burlón y astuto, de vieja histrionisa, y que tenía en la época á que Got se refiere un semblante reflexivo y dulce, de institutriz. La mariposa, como se dice en la pintoresca jerga de bastidores, «se hundió».
La bahía es estrecha, pero bastante bien abrigada, y pintoresca por el contraste de las embarcaciones con todas las banderas del mundo y por el juego que hacen algunos fuertes sobre el fondo gris de las colinas, las bellas quintas de las cercanías, con elegantes azoteas y jardines, los grupos de palmeras, de naranjos y otros árboles pequeños, mantenidos con mucho esmero y fuertes gastos, porque la tierra no es bastante vegetal, y todo el conjunto gracioso de las casas de la ciudad, que tienen la forma de pequeños castillos ó de campestres residencias.
Y Radjí, con marcha lenta, afanosa, el huertecillo cruzando, seguido de su señora, el rastro tomó en demanda de la pintoresca loma del Albaicin, por callejas estrechas, ágrias, medrosas, ó entre vallados floridos de cármenes, cuyo aroma el aire con su fragancia perfumaba deliciosa.
Montilla, con 14,654, célebre por haber sido la cuna del famoso capitan Gonzalo de Córdoba, y por sus renombrados vinos cuya energía espirituosa reanima la de otros vinos andaluces; Aguilar-de-la-Frontera, de pintoresca situacion, con 11,836 habitantes. Córdoba tiene una posicion abierta y desembarazada, con vastos horizontes.
Hablando por este arte mientras subía la escalera y la seguía yo paso a paso, más que en lo imposible de atajarla en su pintoresca charla, pensaba en el parecido que hallaba entre ella y la madre de Lita, no solamente por el carácter, sino por el estilo, sin saber yo entonces, como lo supe andando el tiempo y conociendo nuevas gentes, que en aquella forma y con aquellos aires campechanos y llanotes, se desborda siempre el espíritu generoso y hospitalario de las damas de aquella agreste región montañesa.
Esta pintoresca ría está separada del mar por una barrera muy alta: un monte negro y pedregoso, rajado de alto abajo, quedando así un boquete muy angosto donde se cuelan las aguas y los barcos, y se ve el Cantábrico, mirando desde adentro, como un pedazo de cielo a través de las rejas de una cárcel.
Cuando llegué á la meseta, vi á mi derecha la línea sombría del arenal, cortar en lontananza una faja de horizonte más lejana aún, ligeramente ondeada, azul como la mar, inundada de sol, y que parecía abrir en medio de aquel paraje desolado la repentina perspectiva de alguna región radiante y pintoresca: era en fin la Bretaña.
Capítulo II. Aspecto esterior e interior de Teruel. La puerta de San Salvador. La de la Anda-quilla. La de la Traición. El auto de fe. El Acueducto de Teruel. Vista por fuera la ciudad de Teruel admira por su posición soberbia y por la magestad de sus altas y moriscas torres coronadas de caprichosos arabescos y levantadas sobre arcos que por su pie abren paso a la calle con pintoresca osadía.
A la derecha, y situado sobre una pintoresca colina, se presenta un convento de frailes; á la izquierda, la bellísima iglesia de la Superga, con elegantes columnas, dos torres y una airosa cúpula. Antes de pasar adelante quiero apuntar la impresion que me produjo la vista de los frailes. En Venecia fué donde por primera vez pude examinar de cerca un monje.
Palabra del Dia
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